Puede llegar a pasar hasta 18 horas en un día jugando al Fortnite, el videojuego de moda. Griffin Spikoski, de solo 14 años, ingresa por esta actividad unos 200.000 dólares anuales gracias al más de un millón de suscriptores que cuenta en su canal de YouTube. Los anunciantes se rifan estar en su pantalla.

Denominado Sceptic en esta plataforma, asegura que lo afronta como un jugador de fútbol o baloncesto, entregándose a diario para lograr su objetivo. Es como mi trabajo, dice en una entrevista en un canal de la ABC.

Dedica ocho horas diarias en su casa de Long Island (Nueva York), donde a nadie sorprende esta entrega. Pero en un corto, su madre asegura que el éxito sí le sorprendió. Nunca me di cuenta de que era tan bueno con los videojuegos. Me lo contó, pero no fui consciente hasta que el mundo entero lo confirmó, explica Kathleen Connolly.

En 2018, Spikoski se convirtió en uno de los jugadores de Fortnite más famosos del mundo tras una batalla que vieron 7,5 millones de personas. Para él, fue muy fácil ganar sus primeros dólares en Twitch. Desde entonces, su crecimiento no ha parado hasta convertirse en una referencia e ingresar muchísimo dinero para su familia.

A los dos meses estábamos buscando un gestor, explica su padre Chris, que cuenta que decidieron sacar a su hijo del instituto para profundizar su preparación en el mundo de los videojuegos. Le daba ansiedad manejar ambos mundos, siendo un personaje en Internet y una persona en la vida real. En el mundo virtual tiene confianza. Aunque matizan: le han animado a seguir sus estudios online.