Corria el año 1986. Un grupo de amigos estaban en un Aplec dels Ports tocando en la calle. Aficionados a la naturaleza y al senderismo, tenían en la música otra de sus pasiones y, más exactamente, la de los sonidos celtas, de remotas leyendas, brumas y sensaciones de ensueño. Alguien los ve, y los contrata para las fiestas de la Juventud de Morella para el año siguiente. Así nació el mito, el sello lacrado y la referencia exacta. Tom Bombadil cumple su 25 aniversario.

Pronto inician una aventura, un periplo por todas las comarcas castellonenses, especialmente del norte, como recuerda Xavi del Señor, batería y fundador de la banda. Graban dos cedés y su eco se extiende por toda la geografía del Estado. “Además, en 1992, José Luis Soler, del programa Discópolis, de Radio-3, elige nuestro trabajo como el mejor disco de pop-rock del año”, concreta Del Señor. Y es que, ese toque gamberrete de pentagrama irlandés, “posiblemente ha sido la clave de nuestro éxito”. “También hemos viajado a otros lugares, fuera de nuestras comarcas como Burgos, Murcia, Logroño, Teruel...”, explica el batería del grupo.

Toda una generación de castellonenses ha bailado a los sones de ese celtismo musical no reñido con la luz mediterránea de nuestra tierra. Guardan con cariño el “gran concierto multitudinario de la calle Alloza, en el 2009”, evoca Del Señor. Mucho Tom Bombadil. Mucho Castellón. H