Beatriz Romero tiene un don, el de comunicar con grandes dosis de profesionalidad, simpatía y una puesta en escena llena de ternura y expresividad. Rozalén canta y la moncofense intrepreta a lengua de signos las letras de la cantautora. Forman un tandem coordinado, preciso, perfecto...., como lo harían dos buenas amigas de muchos años.

Beatriz y Rozalén se conocieron en Bolivia, gracias al programa de Jóvenes Cooperantes de Castilla-La Mancha (Beatriz llevaba 5 años trabajando en Albacete como intérprete de lengua de signos). Las dos, junto a otros componentes de la expedición, fueron seleccionadas en la tierra de la cantante para un curso de sensibilización sobre el terreno. Así, en los momentos de descanso en la campaña, Rozalén se arrancaba con la guitarra y ella con su lengua de signos y su nariz de clown, como una forma de desconectar.

La joven tiene muy claro la suerte que ha tenido y está encantada. Cambió el trabajo de su vida la enseñanza) por el de sus sueños. “Mi jefa y compañera de trabajo es una de mis mejores amigas, la admiro, al igual que al resto del equipo”. Considera su trabajo “un gran reto a nivel laboral, lo cual me encanta y me motiva. Hacemos sonreir y nos emocionamos con las personas que vienen a vernos. ¿Qué más se puede pedir?”.

Si quieres conocer más sobre Beatriz Romero y Rozalén, encontrarás un amplio reportaje en la Revista Gente del Periódico Mediterráneo.