Moldavia, Azerbaiyán, Grecia, Suecia, Portugal, Polonia, Armenia, Australia, Chipre y Bélgica han obtenido esta noche la clasificación para la gran final del Festival de Eurovisión, que se celebrará el próximo sábado en Kiev (Ucrania).

Los grandes favoritos de la primera semifinal no han fallado; entre ellos, el portugués Salvador Sobral, que durante su actuación ha conseguido mantener en silencio a los 11.000 espectadores que presenciaban en directo el show.

También han cumplido el pronóstico la azerí Dihaj y la armenia Artsvik. La primera, con una puesta en escena visualmente muy efectiva y teatral para transmitir el texto de su tema, 'Skeletons', que trata de un amor pasional y enfermizo. La segunda, con 'Fly with me'; una fusión de ritmos, una orquestación y unos arreglos de pop electrónico de última generación.

El chipriota Hovig tampoco ha fallado; la puesta en escena de su tema 'Gravity' incluye danza contemporánea y unos visuales sencillos pero, a la vez, muy efectivos, con los que el espectador contempla al artista haciendo equilibrios sobre una línea horizontal y, después, cayendo en el abismo.

El sueco Robin Bengtsson, interpretando 'I can't go on', ha puesto en escena un número con que pretende jugar a la vez el papel de canalla y seductor. Por su parte, el grupo moldavo Sunstroke Project,con 'Hey Mamma!', ha puesto la juerga con una música pegadiza y una vistosa coreografía basada principalmente en un juego de piernas.

PERCANCE DEL CANTANTE AUSTRALIANO

El australiano Isaiah Firebrace, otro de los favoritos, ha pasado a la final tras sudar tinta en el escenario: su voz le ha jugado una mala pasada al no permitirle llegar a los tonos más agudos en el tramo final de su tema, 'Don't come easy'. La belga Blanche, con el tema pop electrónico 'City lights', también ha conseguido ticket para el sábado, pese a que las perspectivas de su victoria se han esfumando de golpe tras su primer ensayo en la capital ucraniana. Esta noche, nuevamente con voz insegura, Europa y Australia le han concedido una segunda oportunidad.

La griega Demy, toda una estrella en su país, también cantará el sábado. Ha redondeado su pieza pop 'This is love' con una original puesta en escena, en la que la magia de la tele ha hecho que la veamos sumergirse con sus bailarines bajo el océano. Finalmente, la polaca Kasia Moś ha conseguido el pase a la final con el medio tiempo 'Flashlight', una puesta en escena sencilla y una interpretación desgarradora. El jueves saldrán los últimos 10 finalistas del Festival en la segunda semi, que retransmitirá en directo La 2.