Ha habido y habrá tiempo para los análisis, tanto sesudos como más emocionales; las críticas, entregadas, no tanto e incluso en contra; y también para las reflexiones sobre el cacareado ombliguismo de la llamada meca del cine. Más allá de todo eso, los cerca de 7.000 miembros de la Academia de Hollywood ya ha dado a 'La ciudad de las estrellas (La La Land)' su espaldarazo. Con 14 candidaturas a los Oscar en 13 categorías (porque dos de sus canciones compiten entre sí), el musical del joven Damien Chazelle que protagonizan Emma Stone y Ryan Gosling ha igualado numéricamente las marcas de Eva al desnudo y Titanic. Y el hito de 11 estatuillas que hasta ahora comparten Ben-Hur, Titanic y El señor de los anillos. El retorno del rey estará el próximo 26 de febrero al alcance de una película que costó 30 millones de dólares y lleva ya recaudados 174 y que uno de sus productores ha resumido como «un pequeña historia con grandes ideas y grandes emociones».

Gestada en seis años por Chazelle y el compositor Justin Hurwitz, que se conocieron en Harvard y ya alumbraron otra perla como Whiplash, La Land podría ser el primer musical en ganar el premio a mejor película desde que Chicago lo hiciera en el 2002. Sería también la cuarta película en seis años, tras los triunfos de The artist, Argo y Birdman, que se lleva el premio gordo con una historia donde el propio Hollywood o sus pobladores son protagonistas. Pero su elevación hasta el mismo cielo donde bailan Stone y Gosling sería también el premio a una película audaz.

Los académicos, no obstante, están embriagados por mucho más cine. Con ocho candidaturas han vuelto de nuevo el foco sobre Moonlight, el tríptico de Barry Jenkins que se sumerge en la difícil búsqueda de la identidad racial y la orientación sexual en un barrio marginal de Miami, así como sobre La llegada, la indagación sobre la comunicación que, en una historia de ciencia ficción, firma Denis Villeneuve. Han situado también entre la lista de favoritos (siquiera numéricos, con seis candidaturas cada uno) a los dramas Manchester frente al mar, Lion y Hasta el último hombre, que confirma la redención en Hollywood de Mel Gibson. Y han completado la lista de aspirantes a mejor película con el estudio sobre los grises morales y del sistema que laten en el wéstern moderno Comanchería y con Fences y Figuras ocultas.

Esos dos títulos, así como Moonlight y Loving, han facilitado también que haya una cifra récord de seis intérpretes negros candidatos en las categorías de interpretación (con Viola Davis convertida también en la primera actriz negra con tres nominaciones en la historia). Entre los candidatos están también el primer director de fotografía y la primera editora negros que optan a la estatuilla (Bradford Young por La llegada y Joi McMillon por Moonlight).

Las candidaturas dejan también otros detalles. Meryl Streep sigue haciendo cada vez más inalcanzable su récord de nominaciones y gracias a la conseguida como Florence Foster Jenkins suma ya 20 (ocho más que Katharine Hepburn y Jack Nicholson). Y el cine europeo no solo estará representado el 26 de febrero en la gala que presentará Jimmy Kimmel por Toni Erdmann, la comedia alemana que es favorita en categoría de habla no inglesa (con permiso de la iraní El viajante): también se ha reconocido el trabajo de Isabelle Huppert en Elle.

CORTO ESPAÑOL

El trabajo español Timecode, del director Juanjo Giménez, ha sido nominado en la categoría de mejor cortometraje. Sus rivales en ese campo serán Ennemis Intérieurs, de Sélim Azzazi; La Femme et le TGV, de Timo von Gunten; Silent Nights, de Aske Bang, y Sing (Mindenki), de Kristof Deák. Timecode cuenta la original relación entre dos guardias de seguridad de un garaje. Este trabajo ya se alzó el año pasado con la Palma de Oro al mejor cortometraje del Festival de Cannes.

Un corto con la danza como elemento central, y que funciona como una llamada de atención para captar la belleza en entornos cotidianos.