El mago Yunke se jugó la vida en el último programa de El Hormiguero (jueves, 5 de abril) con un espectáculo basado en la precisión.

El ilusionista de la Vilavella, habitual colaborador del exitoso programa televisivo apostó en esta ocasión por un espectáculo a lo Guillermo Tell. Utilizando seis ballestas el mago realizó una serie de disparos encadenados que acabarían impactando en un par de segundos sobre una manzana situada sobre su cabeza.

El presentador del espacio, Pablo Motos, ya advirtió de la dificultad de la propuesta y aseguró que durante los ensayos ya habían surgido problemas. Tan es así que, según afirmó Motos, el mago había afirmado que era la primera vez “y la última”, que realizaba este truco.

La tensión creció cuando el protagonista, acompañado por el invitado Xavier Sardá, Pablo Motos y Carlos Latre se adentró en el set en el que desarrollaría la acción.

Mientas el vilavellense calibraba las ballestas, el mago Jandro explicó a la audiencia algunos de los problemas que habían surgido en los ensayos.

La tensión fue en aumento, ante la dificultad y el peligro del truco. El mismo Yunke mostraba en su rostro la preocupación por el resultado, algo para nada habitual en él.

La dificultad y el peligro quedaron de manifiesto tras un primer disparo de prueba y comprobación, en el que la última flecha, pese a impactar en el blanco esperado, rozó un melón, que simulaba la cabeza del mago.

Finalmente, llegó el momento de la verdad.

En dos segundos, las seis flechas realizaron el recorrido y la última impacto en la manzana, según lo previsto, ante la mirada expectante y preocupada de los asistentes.

El gesto del mago Yunke no pudo disimular su alivio final.

Una vez más, el ilusionista llevó a cabo con éxito el más difícil todavía, demostrando merecer todos los galardones y reconocimientos cosechados durante su trayectoria.