Superproducción del Institut Valencià de Cultura en Castellón. El 21 y 22 de enero en el Teatro Principal. Tras Valencia y Alicante, llegará al coliseo de la plaza de la Paz Happy End, comedia musical firmada por el genial Bertolt Brecht y Dorothy Lane, y la música de Kurt Weill, con el sello del Teatre del Poble Valencià (TPV).

Ambientada en el Chicago de los años 20, en el apogeo de los gánsteres, cuando Al Capone tenía solo 20 años… y con un muy sencillo relato, plantea la dialéctica del bien y del mal satirizando los finales felices propios del cine hollywoodense. Los malos son liderados por Bill Cracker, quien se enamora de la teniente Lillian Holiday, activa evangelizadora del Ejército de Salvación. El bien triunfa y los gánsteres se unen a la causa redentora de las almas capitalistas. ¿Qué es peor, robar un banco o fundar uno?, pregunta la Mosca, ladrona experta en las bóvedas de bancos que busca reivindicarse en el epílogo.

EL OBJETIVO // Creado con objetivos políticos que aspiran a la reflexión sobre los conflictos sociales, esta obra busca romper la cuarta pared, y así es cómo crea una estética nueva que le da un sentido a su relación con el público, interpelado por los personajes. Según la gran colaboradora Elisabeth Hauptmann y cocreadora de Happy End, la estética nueva inspirada en los postulados marxistas de Brecht se resumen en la siguiente máxima: «Cuando se ve que nuestro mundo actual ya no cabe en el drama, entonces resulta que el drama ya no cabe en este mundo». En consecuencia, se debe crear un drama distinto, y a esta tarea se aboca Brecht mediante la elaboración de la teoría del teatro épico, el cual extrae sus rasgos peculiares de la confrontación con la dramaturgia clásica. Es un teatro reflexivo que desafía al público, con una clara postura.

La versión de TPV de Happy End está dirigida por Salva Volta, con LA adaptación y traducción al valenciano de Voro Vendrell y Juan Vicente Martínez Luciano.

La obra de Brecht es la quinta producción del IVC, tras L’hostalera, La gata sobre la teulada de zinc calenta, con un magistral Sergio Caballero, El cant del cos y La armonía del silencio. Con el TPV se pretende una nueva herramienta de vertebración territorial a través del teatro.