Los Moros d’Alqueria siguen vendiendo la marca Castelló allende los mares. En este caso un total de 27 miembros de la popular asociación se desplazaron a Cuba para participar en la Fiesta del Fuego de la localidad de Santiago de Cuba, donde pudieron lucir sus vistosos trajes en un desfile en el que continuaron con su altruista labor de internacionalizar las Fiestas de la Magdalena. Fue ayer cuando los castellonenses regresaron a casa y no ocultan su satisfacción por la experiencia.

«Había muchísima gente y compartimos desfile con comitivas llegadas desde países como Uruguay, Argentina... Nosotros representábamos a Castellón y a España, y dejamos muy alto el pabellón», confirma con satisfacción Toño Llopis, uno de los Moros que participaron. «En total estuvimos más de una semana en Cuba y pese a algún contratiempo como tener que actuar con un acompañamiento musical más que reducido, nos lo pasamos muy bien», añade Toño.

Y es que recuerda que «el mismo día del desfile estábamos ensayando el acompañamiento, porque en principio solo eran cinco los músicos que venían con nosotros y querían tocar pasodobles. Al final conseguimos que fueran siete e interpretaran el ritmo que queríamos».

LA ENÉSIMA EXPEDICIÓN

Tras su fundación en 1976, la Asociación Moros d’Alqueria ha exportado sus tradiciones a puntos tan remotos como China, Panamá, Colombia, Rumanía o, en esta última ocasión, Cuba. Sus viajes tienen especial mérito atendiendo al tamaño de sus atuendos, que pesan unos 12 kilos: «De los 23 kilos de equipaje, más de la mitad los ocupa el traje, que encima es de un solo uso, porque con lo que sudamos acaban empapados».

Toño Llopis destaca «la buena acogida que los Moros han tenido en Cuba desde que llegamos», aunque como anécdota destaca los dos agotadores viajes en autobús que llevaron a la comitiva desde La Habana hasta Santiago: «Estuvimos más de 15 horas para ir y otras 15 para volver porque se canceló el vuelo interno».