El Gobierno podría decidir finalmente la convocatoria de un nuevo referéndum sobre la salida de la UE, una opción que cada vez tiene más partidarios. Pero la organización de una nueva consulta requiere aprobar una ley específica y dar tiempo a una campaña de unas diez semanas. Difícilmente podría realizarse antes del 29 de marzo. Los expertos barajan unos plazos de 22 semanas. Se debería determinar la pregunta, que podría referirse únicamente a los términos del acuerdo o bien incluir la opción de permanecer en la UE.

El Partido Laborista amenaza con presentar una moción de censura contra el Gobierno. O incluso Theresa May podría decantarse por esta opción para reforzar su autoridad. Si el Ejecutivo pierde la moción y no aparece ninguna alternativa, se podría acabar también en la convocatoria de elecciones generales. El Partido Laborista, sin embargo, no tiene mayoría en la Cámara de los Comunes y entre los unionistas del DUP, cuyos 10 diputados son clave en cualquier votación, aseguran que continuarán respaldando a la actla primera ministra.

La primera ministra podría decidir convocar elecciones generales para acabar con esta situación de bloqueo. La convocatoria de los comicios necesita igualmente el apoyo de dos tercios de la Cámara de los Comunes, lo que se no sería difícil ya que es la opción que defiende el opositor Partido Laborista. Sin embargo, como muy pronto los comicios se celebrarían 25 días después de la convocatoria, aunque podría ser más tarde. Esta alternativa supondría también igualmente pedir a la Unión Europea la extensión del artículo 50.

El Ejecutivo puede pedir ahora negociar un nuevo acuerdo con Bruselas. Pero esto posiblemente requiera una extensión del artículo 50 del Tratado de la UE para retrasar la fecha de salida. Para ello, el Gobierno británico lo debe solicitar formalmente a la Unión Europea y solo se podrá decidir si están de acuerdo todos los estados miembros, lo que se determinará en un voto en el Consejo. Lo que no está claro a estas alturas es si Theresa May puede pedir la extensión del artículo 50 sin pasar antes por el Parlamento británico. Hay discusión sobre esto.

Después del rechazo del Parlamento británico al acuerdo sobre el brexit, la próxima casilla llevaría a una salida sin pacto el próximo 29 de marzo, para lo que el Gobierno tendría que empezar a preparar ahora la legislación. Pero el Parlamento británico aprobó la semana pasada una enmienda que limita el poder financiero del Gobierno en el caso de un brexit sin acuerdo. El Ejecutivo no podrá subir ciertos impuestos ni tomar otro tipo de medidas sin autorización del Parlamento en el caso de que haya un brexit a las bravas.