Una marea feminista invadió la principal avenida de la capital de Uruguay en un nuevo aniversario del 8 de marzo con gritos, cantos, pancartas y la lucha en pos de la igualdad que se reivindica cada año. "Muerte al patriarcado"; "No estamos todas" o "Yo no salí de tu costilla, tú saliste de mi útero", eran solo algunas de las leyendas que se podían leer en las miles de pancartas que las mujeres sostenían por lo alto.

La manifestación comenzó en la Plaza Cagancha -en la avenida 18 de julio- allí las mujeres comenzaron los preparativos como las pintadas de cara, la escritura de las pancartas o simplemente hablar entre ellas previo a dar inicio a la caminata.

Las calles son suyas

Como sucede cada año, la convocatoria es masiva. Unas 10 cuadras de personas -prácticamente todas mujeres- se posaron en la calle para mostrar su adhesión a esta causa. Los abrazos, las lágrimas y los gritos desmesurados son el fiel reflejo de una lucha que las mujeres uruguayas llevan adelante año a año. El único que no estuvo presente en la manifestación fue el silencio ya que los cantos y los gritos fueron una constante en toda la jornada que comenzó por la media tarde y finalizó en la noche.

Esta "huelga feminista", como se puede leer en la pancarta que encabeza la marcha, tuvo su cierre en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República. Allí, las integrantes de la Intersocial Feminista llevaron a cabo una danza en la que simulaban ser secuestradas y asesinadas mientras encendían una fogata en medio de la calle.

"Somos las nietas de todas las brujas que nunca pudieron quemar" y "fuego al patriarcado" eran las canciones que cantaban las miles de mujeres mientras las integrantes de la Intersocial hacían una danza con aros de fuego.

Un 8-M en paz

En la proclama, que leyeron todas las mujeres en coro, reclamaron que las mujeres dejen de ser asesinadas por sus parejas, familiares o amigos y que de una vez termine la desigualdad que sufren durante toda su vida. "El patriarcado me da patri-arcadas" y "yo no soy perro, no me silbes", fueron otros ejemplos de los carteles sostenidos por las mujeres.

Aunque en la semana hubo voces que temían por posibles desmanes en esta convocatoria -que llevó incluso a que hubiese una cantidad desproporcionada de policías-, lo cierto es que la manifestación transcurrió en paz desde el inicio hasta el final.

La iglesia católica que se ubica en la avenida donde se hizo la marcha, estaba fuertemente custodiada por policías ya que en años anteriores se arrojaron piedras o bombas de pintura contra su fachada. Sin embargo, en esta oportunidad no hubo ningún inconveniente salvo el intenso grito de "iglesia, basura, vos sos la dictadura" que cantaron las mujeres mientras pasaron por ese sitio.

Un grito único

El reclamo de justicia por las asesinadas, las protestas en contra de la Iglesia católica y el fuerte grito exigiendo igualdad fueron lo más intenso de esta masiva tarde de lucha feminista. Al igual que en muchísimas partes del mundo, durante la manifestación se hizo presente la canción "Un violador en tu camino" del grupo Las Tesis de Chile.

El tradicional color violeta fue el que predominó. Labios pintados, pelos teñidos, ropa e incluso lentes de este color era el que las mujeres lucían para manifestarse. Las mujeres políticas también se hicieron presentes en la manifestación como la vicepresidenta, Beatriz Argimón, y la candidata a intendente de Montevideo por el Frente Amplio (FA-Izquierda), Carolina Cosse.

Alto a los feminicidios

Los ritmos tradicionales uruguayos no le escaparon a esta convocatoria y por ello mujeres murguistas uruguayas y una comparsa íntegramente de mujeres ofrecieron su arte a la manifestación.

Asimismo, un grupo de 'Resistencia afrofeminista' encabezó la marcha al ritmo de percusión a través de latas, tarros y palos. Pese al intenso calor del domingo veraniego uruguayo y a las voces que insistían con la posibilidad de conflictos, la identificación con esta lucha pudo más y las calles se vieron colmadas.

Uruguay es uno de los países con mayor tasa de femicidios en la región y también es uno de los que tiene menor representación femenina en el Parlamento. Toda esta situación inquieta y mueve a las mujeres uruguayas que demuestran en cada 8 de marzo que su lucha sigue vigente y que no descansarán hasta conseguir verdaderos cambios.