La necesidad que padecen cientos de miles de personas de huir de la guerra y la pobreza se ha convertido en un lucrativo negocio para las mafias que trafican con personas. Según un informe conjunto elaborado por las agencias de policía Europol e Interpol, nueve de cada diez inmigrantes y refugiados que llegan a la Unión Europea lo hacen por medio de redes criminales que operan a escala multinacional y que obtuvieron en 2015 entre 4.400 y 5.300 millones de euros en beneficios. Unas cifras que podrían dispararse todavía más este año, especialmente si se tiene en cuenta que alrededor de 800.000 personas aguardan solo en Libia para dar el salto a Europa.

Este reguero de cifras figura en un informe con fecha de mayo publicado este martes por Europol e Interpol. Ambos organismos alertan del fenómeno sin precedentes al que se enfrenta Europa y de las consecuencias para la seguridad del viejo continente. “Las ganancias que obtienen refuerzan las redes criminales y tienen un impacto negativo significativo a largo plazo sobre la economía europea”, avisa el director de Europol, Robin Wainwright, que reclama una cooperación efectiva de los servicios de inteligencia. “Es importante que desarrollemos un profundo entendimiento de la amplia gama de servicios ilícitos que ofrecen junto con sus métodos operativos”, añade Jürgen Stock, director de Interpol.

De momento, este trabajo en común concluye que 9 de cada 10 inmigrantes utilizan a “facilitadores” para llegar a Europa -en la mayoría de los casos grupos criminales-, un porcentaje que auguran aumentará debido a las medidas de control impuestas por los gobiernos europeos para impedir que se repita la situación vivida el año pasado, lo que llevará a su vez a una diversificación de las rutas y a un aumento de los puntos denominados “calientes”.

El informe identifica un total de 250 puntos, 170 dentro de la UE y 80 fuera, donde paran los inmigrantes y hacen su agosto las redes de traficantes y “podrían surgir nuevos en respuesta a las fluctuaciones en los flujos migratorios y los cambios en las políticas y medidas”, apuntan.

INSEGURIDAD EN ORIGEN

De lo que no tienen duda en Europol o Interpol es de que este fenómeno va a seguir muy presente en 2016. Para empezar por la inseguridad e inestabilidad en los países de origen, y, sobre todo, por lo beneficioso que es para unas mafias que cobran entre 3.000 y 6.000 euros por persona lo que supuso casi 6.000 millones en 2015.

Un dinero que podría terminar en manos terroristas,. “Aunque Europol no ha recibido datos concretos que sugieran que grupos terroristas dependen o cooperación con grupos criminales en sus actividades ilegales no se puede descartar que los terroristas utilicen los recursos de los traficantes para obtener sus beneficios”, señala. “Existe una preocupación creciente de que las rutas de inmigración ilegal y las redes podrían ser utilizar por combatientes extranjeros (yihadistas que marcharon a Siria o Irak) para regresar a la UE o por grupos terroristas como fuentes de financiación de sus actividades”, añade el documento sobre un negocio multinacional, con sospechosos presentes en más de 100 países y vinculado a otras actividades criminales como la falsificación de documentos y la explotación de personas.