Larossi Abballa, el autor del doble asesinato cometido este lunes en Magnanville, a 50 kilómetros de París, tenía en su poder una lista con objetivos potenciales en la que figuraban nombres de raperos, policías, periodistas y personalidades públicas, según ha explicado en rueda de prensa el fiscal de París, François Molins.

Molins ha ofrecido los primeros datos de la investigación y ha señalado que la lista fue hallada junto a tres teléfonos y tres cuchillos -uno de ellos ensangrentado- en el domicilio de las víctimas por los agentes que procedieron al asalto en el que fue abatido el terrorista.

El atacante apuñaló al comandante de policía entre las 20.00 y las 20.20 horas delante de su casa y luego secuestró a su pareja y a su hijo de 3 años antes de degollar a la mujer. Durante la infructuosa negociación con las fuerzas de élite, dijo ser un “musulmán practicante que seguía el Ramadán” y haber actuado en respuesta al llamamiento del Estado Islámico para “matar a infieles en sus casas y en sus familias”.

También amenazó con hacer saltar todo por los aires si los policías no se alejaban del lugar, motivo por el cual se procedió al asalto de la vivienda hacia la medianoche. El acto ha sido reivindicado por el Estado Islámico a quien el agresor, un joven francés radicalizado y condenado en el 2013 por reclutar yihadistas para la red afgano-paquistaní, había jurado fidelidad hacía tres semanas.

Abballa sabía que la víctima era policía, ha agregado el fiscal, quien ha confirmado que el terrorista envió a las 20.52 horas un vídeo de 12 minutos reivindicando sus actos a un centenar de contactos de Facebook así como varios tuits atribuyéndose el crimen a través de una cuenta abierta a principios de junio.

Larossi Abballa, de 25 años, estaba sometido a vigilancia judicial desde el pasado 11 de febrero del 2016 en el marco de una investigación de la fiscalía antiterrorista sobre una red yihadista siria. Fue objeto de escuchas y geolocalización pero, según Molins, nada permitió detectar que estuviera preparándose para cometer un atentado, por lo que no fue detenido.

En su domicilio no se han hallado armas ni explosivos pero sí abundante documentación que está siendo analizado. En su coche se encontró un Corán, una chilaba blanca y varios libros religiosos. De momento, la policía ha detenido a tres personas vinculadas con Abballa. Se trata de tres hombres de 27, 29 y 44 años.

EL COMBATE DE UNA GENERACIÓN

El doble asesinato ha conmocionado a toda la clase política que este martes ha honrado la memoria de los dos policías víctimas del atentado con un minuto de silencio en la Asamblea Nacional y rendido homenaje a la labor de las fuerzas del orden. El primer ministro, Manuel Valls, ha recordado en el hemiciclo que la radicalización de los jóvenes es un fenómeno “masivo” y que solo en Francia hay 9.600 individuos radicalizados. “Es toda la sociedad la que tiene que movilizarse”, ha dicho.

Valls ha incidido en que la sociedad tendrá que acostumbrarse a vivir bajo la amenaza terrorista y que el combate será largo, sin duda “el de una generación”. Al mismo tiempo ha descartado la adopción de medidas extraordinarias como han reclamado ya algunos líderes de la ultraderecha.

“Nuestro primer arma es el código penal y la legitimidad del Estado de derecho. También es rechazar toda tentación de recurrir a las aventuras extrajudiciales que se experimentaron en los años 2.000”, ha subrayado.

Tras informar de que en los últimos 15 días se han detenido a 16 personas sospechosas de vínculos con el yihadismo, insistió en que la respuesta debe ser combatir el terrorismo y resistir al miedo y a la violencia.