Tres meses de lucha permiten conocer a tu adversario y contrarrestar sus golpes. Los mensajes en las redes sociales que desde la noche del sábado pedían la asistencia masiva en el aeropuerto empujaban la batalla a un escenario conocido: ahí el movimiento antigubernamental se había apuntado su victoria más resonante plantándose dos días consecutivos y cancelando todos los vuelos en un inexplicable capítulo de inutilidad policial. Este domingo la jornada terminó con una docena de vuelos retrasados y la derrota activista.

Ocurrió que la Corte Suprema había aprobado una orden contra las manifestaciones en el aeropuerto y los antidisturbios se alinearon frente a las puertas para defenderla. Los choques carecieron de la violencia acostumbrada y los activistas pronto buscaron otros destinos. Sí habían conseguido saturar las vías de acceso: con el tren y el metro cortados, la carretera pronto acabó colapsada y los viajeros corrieron por el arcén con sus maletas.

Las protestas se desplazaron a Tung Chung, la cercana y anodina ciudad dormitorio. Allí los jóvenes quemaron una bandera china, lo que irritará a los compatriotas del continente, y vandalizaron sin tiento la estación de metro, lo que ya irritó a los vecinos. Rompieron los tornos y las máquinas expendedoras y, aún peor, el sistema antiincendios, lo que provocó una fuga de agua que inundó las instalaciones y forzaron su cierre. Los hongkoneses necesitaron más de tres horas en lugar de los 20 minutos habituales para alcanzar el centro.

HUELGA GENERAL

Fue un día tranquilo para los parámetros del fin de semana hongkonés. Este lunes y el martes someterán a la excolonia a otra huelga general. Será la segunda en estas 13 semanas de protestas cuando la isla las había desconocido durante medio siglo. Las huelgas son el método de estirar las movilizaciones más allá de los límites del fin de semana y de asegurar concentraciones masivas. El plan original consistía en acercarse de nuevo al aeropuerto pero, tras la derrota de este domingo, han decidido reunirse en el más propicio parque frente al Parlamento.