Las autoridades belgas llegaron este miércoles a un consenso sobre el acuerdo de libre comercio en la Unión Europea (UE) y Canadá, el llamado CETA, según informó hoy el grupo de radiotelevisión público de Bélgica "RTBF".

El acuerdo "entre los belgas" será enviado a los embajadores de los Estados miembros ante Bruselas para que lo validen.

El consenso para desbloquear un acuerdo que hasta ahora vetaba Valonia, la parte francófona de Bélgica, llega menos de una hora después de que fuentes de la Unión Europea hayan anunciado que se suspende la cumbre entre la UE y Canadá de hoy en la que estaba previsto que se firmara el CETA.

Horas antes, el presidente de la Unión Europea, Donald Tusk, se había rendido a la evidencia y este jueves no habrá finalmente cumbre bilateral con Canadá para firmar el tratado de libre comercio (CETA en sus siglas en inglés), tal y como estaba previsto. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha decidido cancelar en el último minuto su viaje a Bruselas pero su gobierno “sigue dispuesto a firmar este importante acuerdo en cuanto la UE lo esté”, han anunciado desde su Ejecutivo. El maratón negociador en Bélgica no ha servido para responder al veto de Valonia.

“Dado que no todos los Estados miembros están listo para firmar el CETA, la cumbre UE-Canadá no empezará hoy como estaba previsto”, anunciaba poco después de las 7.30 de la mañana uno de los portavoz del presidente de la UE, Donald Tusk. Al otro lado del Atlántico confirmaban que la decisión de cancelar la cita, a la que estaba previsto asistiera el primer ministro Trudeau, no significa el fin del proceso. “Canada sigue dispuesta a firmar este importante acuerdo en cuanto la UE lo esté”, ha anunciado Alex Lawrence, portavoz de la ministra canadiense de comercio, Christya Freeland.

Las instituciones europeas han utilizado la baza de la cumbre ya convocada como medida de presión al gobierno de Valonia y a la federación Valonia-Bruselas, dos de las entidades que han exigido aclaraciones antes de permitir al gobierno federal que dirige Charles Michel firmar el acuerdo. El pacto lo apoyan ya 27 de los 28 Estados miembros y solo a Bélgica le ha resultado imposible firmarlo ya que necesita autorización previa de sus entidades federadas, que tienen competencias para firmar tratados internacionales.

MARATÓN NEGOCIADOR

Representantes de todos estos parlamentos han mantenido en los últimos días un maratón de negociaciones para tratar de desatascar el bloqueo pero pasadas las 11 de la noche del miércoles se daban por vencidos. “Seguiremos trabajando. Tenemos informaciones que todavía deben ser verificadas técnicamente esta noche”, explicabaRudy Demotte, presidente de la federación Valonia-Bruselas a la salida de la reunión comité de concertación entre el gobierno federal y las entidades federadas. El mismo mensaje que trasladaba el ministro presidente de Valonia, Paul Magnette, que daba ya por imposible la celebración este jueves de la cumbre.

Sobre la mesa un texto de compromiso que según los francófonos necesitaba de consultas con los servicios jurídicos antes de ser remitido a los 28 embajadores permanentes de la UE. Según la cadena francófona RTBF, la declaración incluiría una cláusula de salvaguarda para permitir a cualquier entidad regional dentro del estado federal solicitar su exclusión del CETA, medidas para garantizar que los agricultores valones estarán protegidos y más garantías sobre el tribunal de arbitraje independiente llamado a solventar los conflictos de interés entre multinacionales y gobiernos.

De momento, sin embargo, no habría sido suficiente para responder a las resistencia del líder de la formación centro democrático humanista (CDH), Benoît Lutgen, el más crítico según la prensa belga durante la jornada de ayer. “Queremos tener la posibilidad de evaluar el CETA de forma permanente lo que es una garantía para el futuro. No vamos a firmar un cheque en blanco”, aseguraba esta mañana en la cadena RTBF. Antes de firmar nada, los parlamentos deberán dar su visto bueno. Desde las 10 de la mañana el comité de concertación, que reúne a gobierno federal y a entidades federadas, intenta buscar de nuevo el acuerdo.

División de opiniones en la Eurocámara

El acuerdo de libre comercio entre la UE y Canadá no deja indiferente a nadie en la Eurocámara donde se han escuchado muchas voces críticas hacia los gobiernos y la Comisión por cómo han llevado este asunto. Para el PPE la decisión de declararlo acuerdo mixto -que requiere la ratificación nacional y no solo europea- es el error que ha llevado al bloqueo actual. Para el PSE es normal que Valonia pida explicaciones mientras que para los conservadores británicos o los verdes los problemas de última hora demuestran que los gobiernos no han sabido escuchar a los ciudadanos.