El ministro de Interior de Italia, Matteo Salvini, ha anunciado este miércoles un principio de acuerdo con cinco países europeos y la Iglesia italiana para repartir a los más de 100 migrantes y refugiados rescatados la semana pasada por la patrullera 'Gregoretti' de la Guardia Costera italiana y que permanecían bloqueados en el puerto de Catane, en Sicilia.

El Gobierno italiano solo había permitido hasta ahora el desembarco de una mujer embarazada de ocho meses, su marido y sus dos hijos, así como de 16 menores de edad de entre 15 y 17 años. Salvini había dejado en el aire el futuro de los 116 migrantes restantes a la espera de un acuerdo que finalmente se ha confirmado hoy.

El líder de la Liga ha anunciado a través de las redes sociales que cinco países europeos --Alemania, Francia, Portugal, Luxemburgo e Irlanda-- y estructuras de la Iglesia Católica italiana se harán cargo de los migrantes. "¡Trabajo hecho! ¡Misión cumplida!", ha celebrado Salvini, señalado de nuevo por un posible delito de secuestro de personas.

"No somos el campo de refugiados de Europa", ha zanjado Salvini en su mensaje, quien ha advertido de que los ciudadanos italianos "que ya tienen sus problemas" no pueden hacerse cargo de las necesidades de estas personas.

ESFUERZOS DE COORDINACIÓN

Desde la Comisión Europea han celebrado que Alemania, Francia, Portugal, Luxemburgo e Irlanda "se han comprometido a reubicar a personas a bordo del 'Gregoretti'", mientras que "un número importante de personas rescatadas serán recibidas en Italia por la Iglesia". El Ejecutivo comunitario ha puesto en valor que "este resultado ha sido posible gracias a los intensos esfuerzos de coordinación que ha hecho la Comisión".

"Este incidente, una vez más, demuestra claramente que se necesitan soluciones temporales urgentemente para garantizar que el desembarco de personas rescatadas pueda tener lugar de forma predecible y sostenible", ha avisado sin embargo una portavoz de la Comisión.

El Gobierno italiano ha endurecido las medidas contra las oenegés que rescatan a migrantes en el Mediterráneo, a las que ha acusado de favorecer el tráfico de personas. La política de "puertos cerrados" promovida por Salvini se ha traducido en sucesivos bloqueos de embarcaciones, incluso ya en puerto, como en el caso del 'Gregoretti'.

El naufragio de una embarcación con más de un centenar de migrantes y refugiados a bordo la semana pasada frente a las costas de Libia puso de manifiesto de nuevo la peligrosidad de una ruta que Salvini aspira a cerrar con una lucha frontal contra las oenegés. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), casi 700 personas han muerto en el Mediterráneo en lo que va de año, más de 400 de ellas cuando intentaban alcanzar las costas italianas.