Las imágenes tomadas este fin de semana en una fiesta en una piscina en la zona de los Ozarks, en Misuri, han dado la vuelta al mundo: decenas de personas aglomeradas mientras un cartel en un balcón al lado lanza, inútilmente, un ruego: "por favor practiquen el distanciamiento social".

Escenas similares, de mucha gente muy cerca y en muchos casos sin mascarilla, se han visto en playas, paseos marítimos y lugares de ocio de las cuatro esquinas del país: de Georgia a Maryland, Virginia o Indiana y de California a Florida, donde en Daytona Beach además se registró un tiroteo. Y todo da una imagen similar a la de cualquier 'Memorial weekend', el largo fin de semana festivo que culmina el lunes con el día marcado para honrar a los caídos en guerras y que se considera también el principio oficioso del verano. Pero en medio de una pandemia, este no es un momento normal.

Con casi 100.000 muertos, alerta

El coronavirus ha provocado ya casi 100.000 muertos en EEUU, el país donde más casos se han detectado también, más de 1,64 millones de contagiados. Y los esfuerzos o las acciones para regresar a la normalidad anterior a la pandemia alertan a las autoridades sanitarias y a algunos políticos.

Incluso la doctora Deborah Birx, una de las principales voces científicas en el equipo de trabajo de la Casa Blanca pero cuya autonomía e independencia están cada vez más en cuestión por sus esfuerzos por no contradecir los mensajes del presidente Donald Trump, este domingo no ocultaba estar "muy preocupada" por las aglomeraciones del fin de semana. "El virus está aún ahí fuera", dijo Birx en una ronda de apariciones en programas informativos dominicales en la que recalcó que "la gente debe ser responsable y mantener la distancia" y recordó que "se necesitan llevar mascarillas en público" cuando no se puede garantizar el distanciamiento social.

El mensaje lo lanzó también en Twitter el comisionado de la Agencia del Medicamento, Stephen Hahn, que quiso "recordar una vez a todo el mundo que el coronavirus aún no está contenido" y subrayar que "cada individuo debe protegerse a sí mismo y a su comunidad".

With the country starting to open up this holiday weekend, I again remind everyone that the coronavirus is not yet contained. It is up to every individual to protect themselves and their community. Social distancing, hand washing and wearing masks protect us all. Dr. Stephen M. Hahn (@SteveFDA) May 24, 2020

Politización radical

El uso de la mascarilla, como el impulso a la reapertura para tratar de propiciar la recuperación económica, están siendo por lo general víctimas de la politización en EEUU, en muchos casos de forma radical. Hay, no obstante, excepciones. Este fin de semana el gobernador de Dakota del Norte, un republicano, urgió emocionado hasta las lágrimas a sus ciudadanos a llevar la máscara para proteger a los más vulnerables.

También ha llamado a no politizar la mascarillas el gobernador conservador de Ohio o el de Arkansas, igualmente republicano, y que ha identificado una reciente fiesta en una piscina similar a la de los Ozarks con un foco de contagio y ha advertido de que podría vivirse un "segundo pico" por la falta de precauciones.

La amenaza de Trump

El propio Trump también se ha embarcado en la guerra política, en su caso , y de nuevo, por razones electorales. Este lunes ha amenazado con no celebrar en agosto la convención republicana en Charlotte, en Carolina del Norte, si el gobernador del estado, demócrata, no le garantiza que podrá realizar el acto como tienen previsto: una concentración de decenas de miles de políticos, delegados y periodistas durante varios días.

El mandatario estatal, Roy Cooper, ha sido más cauteloso que sus vecinos republicanos en permitir la reapertura y no ha dado garantías de que el cónclave republicano pueda celebrarse como está previsto, asegurando que las normas sobre concentraciones en agosto dependerán de las recomendaciones que den las autoridades sanitarias entonces. "Esto no es político, no es emocional, están basado en expertos sanitarios, datos y ciencia", dijo la semana pasada en la CNN. "No se está favoreciendo o desfavoreciendo a unos sobre otros".