"Si sois de la opinión de que esta Alemania, tal y como yo la quiero, no es la Alemania que vosotros queréis, si sois de la opinión de que este camino que yo quiero hacer con vosotros no es el camino correcto, entonces digámoslo ya y acabemos hoy con esto".

Este fue el órdago que la presidenta de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, lanzó en el congreso de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) que arrancó este viernes en Leipzig. AKK, como se conoce popularmente a la sucesora de Angela Merkel, verbalizó lo que es un secreto a voces en el partido conservador: que la potencial futura cancillera tiene serios problemas para conseguir un apoyo cerrado de sus propias filas. AKK contraatacó de lleno frente a sus cada vez más numerosos críticos, que no la consideran en disposición de liderar el partido y el país.

"Pero si sois de la opinión de que esta es la Alemania que queréis, si sois de la opinión de que queréis recorrer este camino conjuntamente, si tenéis las mismas ganas de reformar y de asumir responsabilidad que yo, entonces arremanguémonos y comencemos aquí y ahora mismo". Esta fue la otra cara del alegato de AKK, que se puede interpretar como un abierto desafío a los delegados más derechistas de la CDU que intentan tumbar su proyección como candidata a la cancillería en las próximas elecciones federales de otoño del 2021 (si no hay adelanto electoral).

SIETE MINUTOS DE APLAUSOS

El combativo discurso de AKK cosechó siete minutos de aplausos de los alrededor de 1.000 delegados presentes en el congreso, síntoma de que su estrategia tuvo efecto. La presidenta de la CDU hizo además una defensa cerrada de la herencia de Merkel; la todavía cancillera, que dejó de ser presidenta del partido el año pasado en un congreso en Hamburgo, eligió a AKK como sucesora. "Podemos estar orgullosos de estos 14 años", dijo la presidenta de la CDU en referencia a las cuatro legislaturas que lleva Merkel en el poder.

AKK aseguró que criticar el rumbo del actual Gobierno de gran coalición liderado por Merkel no es "una estrategia electoral exitosa". Se refirió así indirectamente a Friedrich Merz, la voz crítica más relevante dentro de la CDU contra la dupla Merkel-AKK y candidato fallido a presidir el partido. Perdió su pulso con la elegida por la cancillera en el congreso de Hamburgo del 2018.

Tras las últimas elecciones regionales de Turíngia, en las que la CDU se dejó más de 11 puntos y quedó en tercera posición por detrás de la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD), Merz dijo que el estado del Gobierno federal daba "pena".

El discurso de Merz, que no ocupa cargo ejecutivo alguno dentro del partido pero es una referencia del ala más conservadora, era precisamente uno de los más esperados en este congreso. Se había especulado con la posibilidad de que pudiese generar un levantamiento contra AKK. Merz, sin embargo, aseguró que es "leal" a la actual dirección y alabó el discurso "combativo" y "valiente" de AKK.

Con todo, volvió a dejar abierta la puerta a su candidatura a la cancillería, lo que evidencia que este congreso solo cierra momentáneamente el debate sobre quién debería ser la cabeza de cartel en las próximas elecciones federales alemanas.

DESGASTE ULTRADERECHISTA

La CDU lleva meses sumida en un intenso debate interno sobre cómo frenar la sangría de votos que, en buena parte, van a parar a la joven ultraderecha de AfD, fundada en el 2013 y que está desgastando seriamente al partido de Merkel por su flanco derecho.

La máxima política acuñada en la década de los 80 por Franz Josef Strauß -padre de los socialcristianos bávaros de la CSU-, que establecía que a la derecha de la CDU-CSU no podía haber partido alguno democráticamente legitimado en la República Federal, es historia. Y ello es un claro fracaso personal de Merkel.

AKK apuesta, no obstante, por mantener la línea centrista establecida la cancillera, que descarta cualquier tipo de colaboración con AfD, mientras que el ala más derechista del partido aboga por endurecer el discurso e incluso por sondear posibles coaliciones con la ultraderecha. La CDU tiene como muy tarde hasta el 2021 para solventar esa disputa programática. AKK sigue (de momento) al mando.