"Hastiada". Así dijo sentirse Anne Hidalgo, alcaldesa de París, tras la dimisión de su consejero cultural, Christophe Girard, el pasado 23 de julio. En el ojo del huracán por su estrecha relación con el escritor Gabriel Matzneff, personaje principal de una investigación de la Fiscalía de París por "violación de menores", Girard abandonó su puesto en la alcaldía denunciando un "montaje político para debilitar" a la actual regidora. Este martes, la fiscalía parisina anunció la apertura de una nueva investigación por "violación", esta vez contra el propio exconsejero.

El origen de esta pesquisa judicial no es otro que una investigación publicada por 'The New York Times' el domingo 16 de agosto. El diario neoyorquino recoge el testimonio de Aniss Hmaïd, un hombre de origen tunecino que asegura haber sido agredido en múltiples ocasiones por Christophe Girard cuando tenía tan solo 15 años. Treinta años más tarde, Hmaïd relata su encuentro con quien fuera por aquel entonces secretario general de Yves Saint Laurent y las decenas de abusos que le sucedieron. En contrapartida, Girard le habría ofrecido pequeños empleos en su casa del sur de Francia e incluso en el seno de la firma de lujo Yves Saint Laurent. "Se aprovechó de mi juventud, de mi corta edad, para satisfacer sus placeres sexuales Destruyó mi vida", denuncia Hmaïd al periódico estadounidense.

SIN DENUNCIA

La Fiscalía de París deberá determinar la exactitud de tales acusaciones -tachadas de "calumnias" por el propio exconsejero- y la prescripción o no de los hechos denunciados. Mientras tanto, una ola de críticas sacude a la alcaldesa parisina quien hace tan solo unas semanas subrayaba su "afección" por su "amigo", "víctima de un derrame de odio y violencia inaceptable" y contra quien "no existe ninguna denuncia".

"Esperamos la reacción de Anne Hidalgo. El Partido Socialista debe reaccionar. Girard debe dimitir de su puesto de diputado", exige Ursula Le Menn, portavoz del movimiento feminista Osez le féminisme, en las páginas del diario 'Le Parisien'. Pues si bien Girard dimitió de su puesto como consejero cultural, continúa conservando su acta como diputado local y su asiento en la Comisión de Cultura del Consejo de París.