Un tribunal de Alemania ha declarado culpable y condenado a cadena perpetua a un enfermero por haber matado a 85 de sus pacientes. Una cifra que le convierte en el peor asesino en serie de la historia del país desde la segunda guerra mundial, según han señalado medios locales. Niels Högel, que confesó sus crímenes durante el juicio, ya cumplía cadena perpetua desde el 2015 por el asesinato de dos pacientes.

La justicia ha considerado probado que Niels Högel, de 42 años, administraba inyecciones letales a sus pacientes para provocarles fallos cardiacos. A continuación, Högel trataba de reanimarlos para así ser reconocido y reverenciado por sus compañeros. Sin embargo, muchas veces no lo lograba y muchos de esos pacientes murieron.

Högel perpetró esta macabra práctica durante seis años, entre el 2000 y el 2005, con más de 100 pacientes en los hospitales de Olderburg y Delmenhorst, en el estado de Baja Sajonia. La investigación apunta que se cobró su primera muerte el 7 de febrero del 2000, tan solo cinco meses después de ser contratado. Aunque hubo sospechas, sus compañeros y superiores no lo denunciaron hasta el 2005. Su víctima más joven tenía 34 años, y el mayor, 96.

"POSE PARA INFUNDIR RESPETO"

En el juicio, Högel confesó todos sus crímenes y explicó que se trataba de "una pose para infundir respeto" y que disfrutaba de elogios y reconocimiento cuando lograba devolver a la vida a los pacientes.

Aunque en principio se le condenó en el 2015 por dos asesinatos, dos intentos de asesinato y dos casos de lesiones graves a pacientes ingresados en la unidad de cuidados intensivos en el hospital de Delmenhorst, en el 2018 la Fiscalía aportó docenas de nuevos casos de los que se le acusó y que ahora le han supuesto otra cadena perpetua.

Esa megalítica operación judicial ha llevado a los investigadores a exhumar los cuerpos de hasta 134 personas en 67 cementerios de Alemania pero también en Polonia y Turquía. Aún así, en más de un centenar de casos de los que se sospecha las víctimas fueron incineradas, por lo que se hace imposible conocer los motivos de su muerte, algo que lleva a pensar que la cifra real nunca será esclarecida. "Probablemente asesinó entre 200 y 300 personas", aseguró un experto conocedor del caso al diario 'Der Spiegel'.