Alemania ha frustrado un nuevo atentado terrorista. Este martes la policía alemana ha detenido a Yamen A., un joven de 19 años y de nacionalidad siria, de quien se “sospecha con urgencia” que planeaba un ataque con explosivos y con “motivación islamista”, según ha asegurado la Oficina de la Fiscalía Federal. Sin embargo, las autoridades aún no han podido apuntar a una conexión con ninguna organización terrorista.

Durante la mañana de este martes, los cuerpos de seguridad han capturado al sospechoso y han buscado información en su apartamento, situado en la localidad norteña de Schwerin, en el estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, así como el de otras personas con las que aún no se conoce el vínculo en Hamburgo. Según ha avanzado la Fiscalía, Yamen A. ya había adquirido los productos químicos y otros componentes para fabricar una bomba casera. “Desconocemos si el acusado ya había fijado un objetivo específico”, han señalado.

En su informe, la policía, que ya lo seguía de cerca, también ha señalado que durante el pasado julio el sospechoso tomó la decisión de perpetrar un atentado con explosivos en Alemania con la intención de matar y herir “a tantas personas como sea posible”. Este mediodía la Fiscalía comparecerá en rueda de prensa para avanzar más detalles de la investigación.

Más poderes contra el terrorismo

El pasado 20 de diciembre hasta 12 personas murieron y otras 50 resultaron heridas después que un camión pilotado por un lobo solitario llamado Anis Amri se estrellara intencionadamente contra el concurrido mercadillo navideño de Breitscheidplatz, en una de las zonas más turísticas de Berlín. Varios errores policiales permitieron al terrorista de origen tunecino campar tranquilamente por el país bajo varias identidades falsas. Ese atentado, el peor ataque terrorista que ha vivido Alemania en los últimos años, puso al país en alerta.

Desde entonces, la policía alemana ha intensificado su actividad para frustrar ataques terroristas. Para ello, el Gobierno presidido por la cancillera Angela Merkel ha ampliado los poderes de la Oficina Federal de la Policía Criminal (BKA), la Oficina de Protección de la Constitución (BfV) y de los Servicios Federales de Inteligencia (BND), las tres agencias encargadas de combatir el terrorismo y velar por la seguridad interior. Una de esas ampliaciones de poder supuso dar al Estado una mayor capacidad de vigilancia pública que según han denunciado varias oenegés comportan una “restricción de las libertades personales”.

Prevención de ataques

Esa alerta ha permitido una mayor número de detenciones. Sin ir más lejos, el pasado miércoles, los cuerpos de seguridad detuvieron a un hombre de 40 años en Berlín a quien se acusa e investiga por posibles conexiones con la escena islamista radical. En abril, el ‘land’ de Baviera capturó a un hombre de 31 años acusado de ser “coordinador” del grupo terrorista Estado Islámico en Europa. A pesar de haber sufrido ese cruento ataque, la capital alemana ha seguido su vida con aparente normalidad.