Mentiras, ataques e insultos. La agresividad en las redes sociales crece por momentos. Sin ir más lejos, fue uno de los motores que llevaron a Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos. También en Alemania, donde el discurso del odio, la exhibición de simbología nazi o la negación del Holocausto están duramente perseguidos y castigados por una de las leyes más duras del mundo, los mensajes islamófobos o misóginos en las redes han seguido creciendo con total impunidad, aupados por el discurso del partido Alternativa para Alemania (AfD). Los ultranacionalistas pretenden seguir el mismo camino de Trump para consolidarse como tercera fuerza e incluso han fichado a la misma agencia de publicidad que llevó la campaña del controvertido presidente de EEUU.

Así las cosas, el Gobierno federal aprobó a finales de junio una ley que permitirá imponer sanciones multimillonarias a plataformas como Facebook o Twitter si no eliminan todo contenido que incite al odio en menos de 24 horas.

Retórica incendiaria

Pese a que la ley entrará en vigor en octubre y no tendrá un impacto directo en los comicios, la medida es una estrategia para frenar la proliferación de una retórica incendiaria cada vez más racista. “Algo ha cambiado. Ahora tenemos páginas de noticias falsas, ‘bots’, ‘trolls’… Debemos afrontar ese fenómeno”, aseguró entonces la cancillera Angela Merkel. Para ello, las multas pueden llegar a los 50 millones de euros.

Tras semanas de críticas y modificaciones, el Ministerio de Justicia dio el visto bueno a la ley tras comprobar que las grandes compañías tecnológicas habían borrado muy pocos mensajes con contenido delictivo. “Tiene que haber tan poca tolerancia con el delito en internet como en la calle”, aseguró el ministro Heiko Maas, quien añadió que intentaría llevar la norma a un nivel europeo.