Europa responde ante las amenazas de Donald Trump. Alemania, Francia y el Reino Unido hicieron ayer oficial un nuevo mecanismo sin dólares con el que las empresas europeas podrían seguir comerciando con Irán. Con esa medida las tres potencias europeas pretenden esquivar las sanciones impuestas por los Estados Unidos a Teherán.

Significativamente, será un alemán quien encabece esta ofensiva contra Washington. Según avanzó Der Spiegel, el banquero Per Fischer, antiguo director de Commerzbank, será el máximo responsable de Instex (Instrumento para Apoyar los Intercambios Comerciales, por sus siglas en inglés), la compañía dedicada a proteger a las empresas europeas con negocios legales en Teherán de las sanciones estadounidenses.

No obstante, esta medida se entiende como un gesto simbólico, pues la nueva compañía se centrará en el comercio de alimentos y medicinas, así como ayuda humanitaria, algo con lo que no se espera reavivar sus negocios con Irán. «No cambiará las cosas, pero es un mensaje político importante para demostrar a Irán que estamos decididos a salvar el acuerdo nuclear, y a Estados Unidos que defendemos nuestros intereses a pesar de sus sanciones extraterritoriales», apuntó un diplomático europeo citado por Reuters.

París y Londres también han participado en esta iniciativa que contará con altos diplomáticos de las tres potencias europeas y a la que esperan que se apunten otros países de la Unión Europea.

El 8 de mayo Trump dio al multilateralismo su primera bofetada al salir del acuerdo nuclear con Irán. Poco después, su secretario de Estado, Mike Pompeo, amenazó con imponer las «sanciones más duras de la historia», señalando principalmente a la industria petrolífera. El controvertido embajador Richard Grenell se atrevió incluso a ordenar a las empresas alemanas a terminar «inmediatamente» sus negocios en Teherán. Ese tono adverso no gustó en Europa, que ahora responde.