Las estatuas dedicadas a personajes con un pasado relacionado con el racismo están siendo el blanco de las protestas contra la violencia racista originadas tras el asesinato de George Lloyd. Y han llevado a las autoridades a plantearse su retirada. En Amberes (Bélgica), el ayuntamiento ha decidido retirar la estatua del rey belga Leopoldo II que ha sido objeto de ataques durante las manifestaciones contra el racismo y estudia que pase a formar parte de un museo local.

Según informa la prensa local, el monumento será llevado al museo Middelheim, en principio para ser restaurado, aunque es posible que se quede como parte de la colección del museo y que no vuelva a su emplazamiento en la plaza del mercado de Ekeren, un barrio del norte de la ciudad.

Durante las protestas convocadas en Bélgica por la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd a manos de la Policía de Minéapolis, la estatua del monarca fue atacada por los manifestantes que arrojaron pintura roja por encima y la dañaron con líquido inflamable, causando un importante destrozo en la efigie. El pasado domingo, la manifestación contra el racismo en Bruselas también acabó con ataques y pintadas contra estatuas de Leopoldo II.

Su figura está en el centro del debate sobre la situación racial en Bélgica, debido a su gestión colonial y por ser considerado el principal responsable del genocidio cometido a finales del siglo XIX contra la población de Congo.

En medio del debate racial suscitado por la situación en Estados Unidos, el Ayuntamiento de Bruselas anunció que estudiará una petición popular que ha recabado más de 20.000 firmas para retirar las estatuas y bustos del monarca. Las referencias al pasado colonial están presente en multitud de espacios públicos en Bélgica. Según estudios en la materia, al menos hay medio millar de estatuas, bustos, placas y nombres de calles relacionados con la colonización dispersos por todo el país.

OXFORD, CONTRA EL SUPREMACISTA CECIL RHODES

Una situación parecida se está dando en el Reino Unido. El martes, miles de personas se concentraron frente a las puertas del Oriel College, uno de los centros educativos de la Universidad de Oxford, para exigir la retirada de la estatua dedicada a uno de los mayores personajes de la historia colonial británica, el supremacista Cecil Rhodes (1853-1902).

El acto en las calles de Oxford ha sido secundado por casi una treintena de concejales laboristas que enviaron una carta a la Universidad de Oxford pidiendo la retirada de la estatua pues es "incompatible" con el "compromiso de la ciudad con el antirracismo".

"La presencia de esta estatua en nuestra calle principal es incompatible con la orgullosa herencia internacionalista de nuestra ciudad y su compromiso con el antirracismo", dice el texto.

Rhodes fue un empresario y político del siglo XIX que se hizo rico gracias a la explotación de los yacimientos de diamantes en Sudáfrica. Paradigma del capitalismo colonial africano, intentó sin éxito construir una línea de ferrocarril desde Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, hasta El Cairo, en Egipto, y creó el país que tras su muerte heredaría su nombre, Rodesia, las actuales Zambia y Zimbabue.

Londres estudiará retirar estatuas

La reivindicación se ha producido días después de que en Bristol fuera arrojada al río otra estatua, la del comerciante y traficante de esclavos Edward Colston. "Nadie va a sentir su pérdida", dijo el alcalde de la ciudad, Mavin Rees, hijo de un inmigrante jamaicano. No fue la única. Los manifestantes en Londres escribieron a los pies de la estatua del antiguo primer ministro Winston Churchill las palabras "era un racista".

Esta situación ha llevado al Ayuntamiento de Londres y acotros consistorios del Reino Unido en manos de laboristas a revisar las estatuas dedicadas a comerciantes de esclavos a fin de sustituirlas por monumentos que reflejen la diversidad racial y cultural del país. Este martes en la capital británica se retiró de su pedestal mediante una grúa la estatua del negrero escocés Robert Milligan, que estaba en frente del Docklands Museum, cerca del río Támesis, para reflejar "el sentir de la comunidad", explicó la Fundación del Canal y el Río.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha anunciado que el ayuntamiento creará una comisión para revisar que las calles y los monumentos reflejen la diversidad de la ciudad y retirar los que estén relacionados con la esclavitud. La Comisión para la Diversidad en el Ámbito Público se encargará de comprobar todos los puntos emblemáticos, incluidos murales, obras de arte callejero, nombres de calles, estatuas y otros monumentos, para después hacer una "serie de recomendaciones" y establecer mejores prácticas.

"Es una verdad incómoda que nuestra nación y nuestra ciudad le deben gran parte de su riqueza a su papel en el comercio de esclavos y, si bien esto está reflejado en el ámbito público, la contribución de muchas de nuestras comunidades a la vida de nuestra capital ha sido deliberadamente ignorada", ha señalado Khan. Londres debe asegurarse de dar espacio a "los logros y la diversidad de todos" y también "cuestionar qué legados se celebran", ha añadido.