Alumno brillante de la Escuela Nacional de Administración (ENA), auténtico vivero de las élites francesas, y de Sciences Po, Laurent Wauquiez es el heredero político de Jacques Barrot, un conservador humanista que cuando es nombrado eurocomisario le deja su puesto en la Asamblea Nacional. Wauquiez se convierte en el 2004 a los 29 años en el benjamín del hemiciclo. En 2007 es portavoz del Gobierno de François Fillon y muestra ya grandes ambiciones políticas. Muchos colaboradores le reprochan una actitud excesivamente brusca y el moderado Alain Juppé critica su tendencia a querer estar en lo más alto de los índices de popularidad. En su propia familia política se le considera una máquina intelectual perfecta que carece de empatía.