Los números llevan un par de semanas retratando una pandemia de coronavirus desbocada en Estados Unidos pero ayer fue el doctor Anthony Fauci, principal experto en enfermedades infecciosas en el grupo de trabajo creado por Donald Trump en la Casa Blanca para responder a la crisis, el que deletreó la crisis, y la advertencia. «No me sorprendería si llegamos a 100.000 (casos) al día», dijo Fauci en una comparecencia en el Senado, un testimonio en el que no ocultó sentirse «muy preocupado», advirtió de que el número de muertes «podría ponerse realmente mal» y dejó una alerta: «Vamos en la dirección equivocada. Necesitamos hacer algo y hacerlo rápido. No estamos en control total ahora mismo».

Esa falta de control es evidente. El coronavirus se ha cobrado ya más de 126.000 vidas en EEUU y el número de casos se ha disparado un 80% hasta llegar a los 2,6 millones.