El Partido Demócrata Esloveno (SDS) de Janez Jansa, conservador, euroescéptico y antiinmigración, salió vencedor de las elecciones en el país, aunque tendrá una complicada tarea para encontrar socios para gobernar. Jansa, de 59 años y ya dos veces primer ministro, espera volver al poder después de una campaña en la que recurrió al miedo a una «invasión migratoria» en la pequeña república de dos millones de habitantes situada en la denominada «ruta de los Balcanes».

El presidente de Eslovenia, Borut Pahor, anunció ayer que encargará la formación de Gobierno a Jansa. «Otorgaré el mandato al vencedor de las elecciones. Así son las reglas democráticas», declaró al diario Delo, de Liubliana. El jefe del Estado añadió a renglón seguido que «se buscarán otras soluciones solo si se da la situación de que el vencedor no pueda formar el Ejecutivo».

El SDS fue, con el 25 % de los apoyos, el partido más votado en los comicios celebrados el pasado domingo. Jansa, con un mensaje claramente antieuropeo, defendió las políticas en ese sentido del primer ministro húngaro, el nacionalista Viktor Orbán.

La segunda formación que consiguió más apoyos fue la centrista Lista de Marjan Sarec (LMS), con el 13% de los votantes, seguida del Partido Socialdemócrata (SD), con el 10%. El Partido Moderno del Centro (SMC), del hasta ahora primer ministro, Miro Cerar, se quedó en el 10%; la Izquierda, logró el 10%; la conservadora Nueva Eslovenia (NSi), el 7%; el Partido de Alenka Bratusek (PAB, centroizquierda), el 5%; el Partido de los Jubilados, el 5%; y el nacionalista Partido Nacional Esloveno (SNS), el 4%. A excepción del NSi y SNS, cuyo apoyo sería insuficiente, los demás partidos han descartado la posibilidad de pactar con Jansa, al que acusan de «populista de derechas».

Borut Pahor ha advertido de que, ante este escenario, «se necesitará de mucha paciencia y sabiduría» para formar Gobierno.