Argentina no pagará este viernes 503 millones de dólares correspondientes a los intereses de tres bonos globales. Los analistas económicos hablan de una suspensión de pagos "soft" y sin las consecuencias apocalípticas auguradas. Las negociaciones entre el Gobierno y los acreedores seguirán por casi tres semanas. Las posiciones entre las partes parecen haberse acercado.

"No vamos a someter a la Argentina a compromisos que no podamos cumplir", dijo el presidente Alberto Fernández, molesto con los pronósticos aciagos que circulan en los medios de comunicación. "Leo en los diarios que corremos el peligro de caer en default mañana y yo me preguntó por qué mienten así", se quejó. "Argentina pagará por la deuda un precio justo", subrayó y el Fondo Monetario Internacional (FMI) saludó esas palabras. "Estamos entusiasmados por la disposición de ambos lados por continuar las discusiones para llegar a un acuerdo". Así lo señaló Gerry Rice, director de Comunicaciones del organismo multilateral.

De acuerdo con el diario Ámbito financiero, Fernández transmitió a su entorno "optimismo" por el curso que están tomando las conversaciones. Formalmente, el Gobierno extendió su oferta de canje de bonos hasta el 2 de junio. A mediados de abril había presentado su propuesta basada en una quita del 5,4% del capital y del 63% de los intereses, así como un período de gracia por tres años, hasta 2023, que permita al país renacer otra vez de las cenizas, curar heridas sociales, entre ellas una pobreza que llegará al 50% tras la cuarentena por el covid-19, y luego cumplir sus compromisos externos. La propuesta por la cual se busca aliviar el peso de la deuda privada en unos 42.000 millones de dólares, fue rechazada por los tenedores de títulos a pesar de contar con la bendición del FMI, los premios Nobel, Joseph Stiglitz y Edmund Phelps, y otros destacados economistas como Carmen Reinhart, Thomas Piketty y Jeffrey Sachs. A través de una carta abierta calificaron a el ofrecimiento argentino de "responsable" por reflejar "adecuadamente la capacidad de pago del país".

La fecha del día "D" se ha corrido. El propio ministro de Economía, Martín Guzmán, ha asegurado que se está trabajando duro" con los bonistas. En los últimos días el Gobierno asegura haber recibido algunas contraofertas que llamó "constructivas" y que podrían ayudar a acercar a las partes tradicionalmente enfrentadas. El Gobierno, señalaron las autoridades, "se encuentra analizando estas sugerencias para maximizar el apoyo de los inversores, preservando al mismo tiempo sus objetivos de sostenibilidad de la deuda".

La deuda externa consume casi el 85% del PIB. Durante el Gobierno de Mauricio Macri se tomaron créditos por 100.000 millones de dólares. Gran parte de ese dinero sirvió para financiar una fuga de capitales por 86.000 millones de dólares, según la reciente estimación del Banco Central. Solo en 2020, el país debía abonar 62.000 millones de dólares.