Argentina ha abonado este viernes 9.300 millones de dólaresa acreedores con los que desde hace una década mantenía un complicado litigio en tribunales de Nueva York por bonos en mora desde finales del 2001, un pago con el que el país espera normalizar su relación con los mercados financieros. "Terminó el tema. Salimos del default (cese de pagos) oficialmente y definitivamente", han asegurado a Efe fuentes del Ministerio de Hacienda argentino.

El pago de este viernes fue acordado por Argentina con los querellantes, encabezados por el fondo de inversión NML, tras una dura batalla judicial con los llamados 'fondos buitre' en EEUU iniciada en el 2005, que se zanjó con una sentencia del juez neoyorquino Thomas Griesa a favor de los litigantes.

Luego de que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) se negara a cumplir la sentencia, el nuevo presidente,Mauricio Macri, que accedió al cargo en diciembre pasado, se abocó a una rápida negociación para pagar a los querellantes y también a otros acreedores con reclamaciones pero no incluidos en el juicio en Nueva York.

"Argentina, cumpliendo con su promesa, ha pagado hoy a todos los bonistas que se unieron al acuerdo de principios con la república el 29 de febrero", dijo en un comunicado Daniel Pollack, mediador en el caso designado por Griesa.

SALIDA A LOS MERCADOS

Para obtener los fondos para el pago, Argentina optó por salir a los mercados internacionales, a los que no acudía desde antes del cese de pagos del 2001, para colocar nuevos bonos, a 3, 5, 10 y 30 años de plazo.

Por los nuevos títulos se recibieron ofertas por valor de 68.600 millones de dólares, de los cuales Argentina tomó 16.500 millones para entregar los nuevos bonos, a una tasa media del 7,14%, y cuya emisión fue hoy oficializada mediante una resolución del Ministerio de Hacienda publicada en el Boletín Oficial.