El divorcio que ayer formalizaron la Unión Europea y el Reino Unido no es una cuestión menor para el tejido empresarial de Castellón. Solo hay que atender a las cifras de exportaciones de bienes, que en el año 2018 alcanzaron unas ventas de 592 millones de euros, según el análisis de la Cámara de Comercio. El país ya extracomunitario es el segundo receptor de los productos generados en la provincia, seguido únicamente por Francia, y fueron 304 las compañías que hicieron tratos comerciales con este país.

Desde el área de Internacionalización de la Cámara, Joaquín Andrés expone que a partir de ahora «hay 11 meses de negociaciones para definir un escenario» que marcará las relaciones futuras, y cuyo resultado es una incógnita para todos. Aún así, apunta a que el británico pasará a ser «un país tercero, y eso afectará a las regulaciones técnicas en transacciones de alimentación, construcción o productos químicos». Habrá un cambio en las aduanas, «porque habrá unas barreras donde antes no las había», afirma.

TALLERES / Por este motivo, desde la Cámara ya preparan talleres para que las empresas de Castellón sepan cómo desenvolverse en esta nueva maraña burocrática. No solo a la hora de mandar mercancía, sino todo lo que implica en aspectos como «tener una delegación en el Reino Unido y las condiciones de movilidad de los trabajadores», menciona.

Las dudas sobre la fecha definitiva del brexit «supusieron un incremento de acopios por parte de los británicos», con un aumento de las exportaciones desde la provincia. Despejada la primera incógnita, el representante de la Cámara espera que haya «un incremento de demanda.

En cuanto al turismo, el secretario autonómico de esta materia, Francesc Colomer, comentó que en el caso de Castellón existe la nueva línea del aeropuerto con Londres, «lo que marca un nivel de confianza positivo».