Un ataque aéreo contra uno de los barrios que controlan los rebeldes en Alepo ha acabado con la vida de catorce personas, todas de la misma familia. La lista de fallecidos elaborada por los equipos de rescate incluye a varios niños, entre ellos dos de seis semanas y otros seis menores de ocho años.

Los equipos de socorro, que pertenecen a los llamados Cascos Blancos, han identificado como avión de combate ruso el aparato que ha lanzado las bombas contra la zona de Al Marjeh, al este de Alepo.

Más tarde, otro bombardeo aéreo en la localida de Awaijel, al oeste de la ciudad, ha matado a otras 23 personas, aunque se teme que el número acabe siendo mayor, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

A media tarde, Moscú, junto al régimen de Damasco, ha anunciado una tregua de ocho horas en sus ataques a la ciudad para permitir que abandonen la zona los civiles y los rebeldes. Moscú sostiene que sus ataques van dirigidos contra el Estado Islámico y Jabhat al-Nusray.

La Unión Europea ha hecho público un comunicado en el que condena los ataques que ha calificado de "desproporcionados" y que tienen como "objetivos deliberados a hospitales, personal médico, escuelas e infrastructuras esenciales", lo que podría considerarse "crímenes de guerra".

ATAQUES TRAS LA TREGUA

La campaña del Gobierno de Damasco, que cuenta con el apoyo de Moscú, ha matado a centenares de personas desde que hace unas semanas se rompió la tregua entre Estados Unidos y Rusia. El OSDH ha documentado hasta 448 fallecidos como consecuencia de los ataques aéreos en el este de Alepo, entre los cuales hay 82 niños.