Al menos 14 personas murieron, entre ellas diez talibanes, y otras 27 resultaron heridas en un ataque insurgente contra instalaciones gubernamentales en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, que finalizó hoy tras más de 24 horas de asedio, informaron fuentes oficiales.

La ofensiva talibana, que comenzó a primera hora de este miércoles contra un complejo que alberga un cuartel general de la Policía y las oficinas del gobernador local, finalizó esta mañana al ser abatido el último de los diez atacantes, indicó el gobernador provincial, Mirza Khan Rahimi.

Su portavoz, Omar Zwak, detalló que si bien ocho de los insurgentes perecieron durante la primera jornada de enfrentamientos, los otros dos opusieron resistencia hasta que fueron abatidos hoy sobre las 10.00 hora local (5.30 GMT). El ataque causó cuatro muertos y doce heridos entre las fuerzas de seguridad, apuntó la fuente, quien descartó que se produjesen víctimas civiles.

El coordinador de Programas en Afganistán de la ONG italiana Emergency, Luca Radaelli, aseguró que su hospital de la capital regional recibió 27 personas "seriamente" heridas, 25 de ellas ayer. "Las fuerzas de seguridad actuaron bien y evitaron que los insurgentes infligiesen más bajas entre los civiles", ya que los atacantes planeaban un ataque sangriento, dijo el jefe del Consejo Provincial, Karim Attal. Los talibanes reclamaron la autoría de la acción y un portavoz del grupo, Qari Yusuf Ahmadi, aseguró en su cuenta en Twitter que en ella murieron "decenas" de soldados y otros 34 resultaron heridos, si bien los insurgentes tienden a ofrecer información sesgada sobre el alcance de sus acciones.

El avance talibán en Helmand amenaza la capital provincial,Lashkargah, donde hace cuatro meses los insurgentes llegaron a tomar un área de la ciudad en uno de sus logros militares más importantes de los últimos años. Las fuerzas afganas se están retirando de puestos de control de las zonas más inseguras de la provincia para reforzar sus principales bases con el fin de reducir bajas y aumentar su capacidad de ataque.

La estratégica Helmand, clave en el cultivo de amapola, una de las principales fuentes de financiación de los insurgentes, es la provincia afgana con más territorio controlado por los talibanes. Los insurgentes controlan casi un tercio del territorio afgano, la mayor extensión bajo su dominio desde la caída del régimen talibán con la invasión estadounidense en 2001, según un reciente informe del SIGAR.