Acosados por las críticas sobre la descoordinación de los servicios de seguridad, los ministros de Interior y de Justicia de Bélgica, Jan Jambon y Koen Geens, presentaron su dimisión dos días después de los atentados de Bruselas.

El primer ministro, Charles Michel, rechazó entonces el gesto pero este viernes no ha tenido más remedio que exigir la de Jacqueline Galant, la ministra de transportes. Según se desprende de varias comunicaciones internas, la liberal belga ignoró y mintió sobre dos informes confidenciales de la Comisión Europea en los que se alertaba de la existencia de graves deficiencias en los aeropuertos de Bruselas.

Se trata de la primera dimisión al más alto nivel político que tiene lugar desde los graves atentados del pasado 22 de marzo en el aeródromo de Zaventem y la estación de metro Maelbeek, en los que murieron 32 personas.

Ayer ya lo hizo el presidente del servicio federal público de transportes, Laurent Ledoux, por sus discrepancias con las ministra entorno a la gestión a quien acusa de rechazar constantemente el aumento del presupuesto para reforzar el equipo de inspectores en los aeropuertos. “Vistos los errores de la señora Galant desde hace año y medio conviene que el Gobierno juzgue si es conveniente que de un paso atrás”, decía anoche.

La presión desde hacía días se había vuelto insostenible y Michel terminaba exigiendo este viernes su cabeza. “La dimisión responde a las revelaciones en la prensa anoche sobre los informes de la Comisión sobre la seguridad de los aviones”, admitía el primer ministro, Charles Michel.

“No puedo aceptar que este elemento no se diera a conocer ayer al Parlamento”, advertía el máximo responsable del Gobierno sobre los dos informes elaborados por la Comisión Europea en 2011 y 2015 y sobre los que se habló el jueves en la sede parlamentaria.

FALTA DE PERSONAL

Galant había negado hasta ahora que tuviera conocimiento de la existencia de estos documentos, en los que se alertaba de la falta de personal y los problemas de organización en el aeropuerto de Zaventem, ni que hubieran sido transmitidos a su gabinete pero varias comunicaciones internas de su ministerio filtradas por la prensa belga tras las explicaciones de Michel pusieron de manifiesto el jueves noche que el gabinete de Galant no solo estaba al corriente sino que analizó los resultados de la auditoría en una reunión celebrada el 23 de marzo de 2015 a la que asistió uno de sus consejeros y la jefe de gabinete adjunta.

Según la prensa belga, los inspectores europeos ya alertaron sobre las graves deficiencias existentes en el control de los aeropuertos belgas en dos informes elaborados tras dos auditorías realizadas en junio de 2011 y en marzo de 2015, tal y como permite el reglamento 300/2008.

La Comisión Europea inspeccionó la dirección general de transporte aéreo, uno de los organismos responsables del aeropuerto de Zaventem, y que verifica las medidas de seguridad en seis aeropuertos que toman las aerolíneas belgas y extranjeras así como compañías de carga.

El resultado, constata carencias importantes. La imposibilidad de realizar inspecciones por falta de recursos -tienen seis inspectores según la prensa belga-, la inexistencia de un plan nacional de seguridad o una política de formación defectuosa.

La Comisión Europea ha eludido este viernes entrar a valorar el contenido de los informes pero ha explicado que desde 2004 hasta 2014 se habían realizado 14 inspecciones y que todos los aeropuertos europeos disponen de un elevado nivel de seguridad.

Interrogada sobre si existe una lista de aeropuertos más o menos seguros indicaban que no existe por el mero hecho de que “todos son muy seguros” aunque admiten que el reglamento prevé una hoja de ruta para corregir las posibles deficiencias detectadas. “En el caso hipotético de deficiencias se enumeran y se establecen fechas de rectificación”, explicaba un portavoz comunitario sin aclarar si Bélgica es uno de los que han tenido que tomar medidas.

Prohibido ir con mochila

Bélgica celebrará finalmente este domingo la manifestación contra el terror y el odio convocada tras los atentados y pospuesta a petición del Gobierno por motivos de seguridad. Tendrá dos puntos de salida, la plaza comunal del barrio de Molenbeek y la estación de tren del norte y un punto de llegada común: la plaza de la Bolsa y de ahí a la plaza Fontainas. Las autoridades de Bruselas capital han pedido a los belgas que acudan en transporte público y que se abstengan de llevar mochila. “Por motivos de seguridad, estarán prohibidas a lo largo de toda la marcha”. La policía espera la asistencia de 15.000 personas.