Estados Unidos sigue encabezando de largo la lista de países que más venden al exterior armas en el mundo, y los países de Oriente Próximo, varios de ellos en guerra, los que más importan. «Basado en los acuerdos firmados durante la Administración de Obama, la venta de armas de EEUU entre el 2013 y el 2017 llegó al nivel más alto desde finales de los años 90», afirma Aude Fleurant, directora del Programa de Armas y Gastos Militar (SIPRI), organismo que ha elaborado el informe. Las exportaciones estadounidenses representaron el 34% del total y Washington vendió fuera de sus fronteras hasta un 58% más que Rusia, que es el segundo país del mundo en cuanto a este tipo de exportaciones.

Otro dato revelador es que el 32% de todo el material vendido en este periodo a nivel planetario fue a parar a los países de Oriente Próximo. Uno de los grandes clientes de EEUU y Europa en estos años ha sido Arabia Saudí, el segundo mayor importador de grandes armas del mundo, después de la India. La monarquía absolutista del Golfo compró a la industria militar estadounidense y europea el 98% del material adquirido estos cuatro años.

Desde hace tres años, los saudís lideran una coalición militar de países sunís, principalmente del Golfo, que combaten a las fuerzas hutís (chiís) en el Yemen a través de ataques aéreos. Otros de los grandes clientes es Egipto, en manos del mariscal golpista, Abdel Fatah Al Sisi, que ha convertido a su país en el tercero del mundo en cuanto a la compra de armamento. La compra del régimen de El Cairo ha incrementado un 215% entre los periodos que van del 2008-12 al 2013-17.

En el ránking de mayores exportadores de material de guerra pesado ocupa el tercer puesto Francia y el cuarto Alemania, que ha logrado incrementar el volumen de sus ventas a los de Oriente Próximo un 109%. China, por su lado, es el quinto país del mundo en cuanto importación de armas, aunque este mismo año el Gobierno de Pekín ha decidido aumentar su presupuesto militar hasta un 8,1%.