Aunque era casi totalmente desconocido para la mayoría de estadounidenses hasta hace solo unos días, el periodista Michael Wolff lleva décadas moviéndose como pez en el agua en los círculos neoyorkinos del dinero y la prensa. Desde esa atalaya privilegiada ha escrito como columnista para Vanity Fair, New York Magazine o Hollywood Reporter, a menudo sobre el mundo de las estrellas y magnates de los medios de comunicación como Rupert Murdoch, al que dedicó uno de sus libros. «Wolff es una combinación de columnista de cotilleos, psicoterapeuta y antropólogo social que invita al lector a ser una mosca en la pared en el santuario de sus magnates», en palabras de un perfil que le dedicó hace unos años el prestigioso The New Republic.

Aunque su trabajo le ha valido varios premios periodísticos, no siempre ha estado libre de controversia. Algunos de los personajes retratados en sus perfiles y libros le han acusado de inventarse citas o reproducir conversaciones sin derecho a atribución. Eso mismo ha hecho la Casa Blanca tras la publicación de Fire and Fury.

Wolff sostiene que su trabajo es producto de más de 200 entrevistas realizadas con el entorno del presidente durante 18 meses y, según el portal Axios, podría tener grabadas la mayoría de conversaciones disputadas por la Casa Blanca.