«Prepárense para Bannon el bárbaro». Corría el mes de agosto del año pasado y Steven Bannon, asesor y estratega del presidente de EEUU, Donald Trump, abandonaba en medio de la polémica la Casa Blanca. Fue entonces cuando uno de sus más cercanos colaboradores pronunció esta frase a un diario estadounidense. Y no se equivocó, la Europa democrática debe prepararse para lo que se avecina. Bannon, uno de los artífices de la victoria electoral de Trump, está inmerso en un ambicioso proyecto que tiene como principal objetivo nada más y nada menos que dinamitar la Unión Europea desde dentro.

El ideólogo ultraderechista estadounidense ha aterrizado en Europa en el momento más propicio. La crisis financiera y la oleada de refugiados y migrantes desatada a partir del 2015 no ha hecho más que debilitar las democracias europeas, como lo demuestra la expansión por todo el continente de la extrema derecha. El plan de Bannon es que estas formaciones políticas hagan causa común y se sumen a The Movement, una plataforma con la que quiere asaltar el Parlamento Europeo en la próximas elecciones previstas para el mes de mayo del año próximo. Bannon ya se ha visto con varios de los principales dirigentes que se ajustan a su ideario: xenófobo, anti-europeo, anti-globalización, basado en el nacionalismo y en la identidad judeocristiana.

Un buen pellizco

Nacido en Norfolk (Virginia) hace 63 años, exempleado de Goldman Sachs , director en su día de la publicación de extrema derecha Breitbart News y exproductor de documentales desde Hollywood dedicados a Ronald Reagan, Sarah Palin o el Tea Party, Bannon siente un especial odio por la Unión Europea. La percibe como una herramienta de la globalización, un estorbo para la mejora de la civilización occidental.

De lograr un buen pellizco de escaños en la próxima Eurocámara, la plataforma fundada por Bannon, cuyo cuartel general está en Bruselas, podría retrasar presupuestos o ratificaciones de acuerdos de asociación o adhesión. Y lo más importante, podría también evitar sanciones contra miembros que se salten las normas de la UE. Los más díscolos, como Hungría, Polonia, la República Checa o Eslovaquia, están en manos de dirigentes populistas anti-inmigración y eurófobos.

En su trasiego por Europa, Bannon fue la estrella del acto que el pasado sábado celebró en Roma el pequeño partido posfascista italiano, Hermanos de Italia, que dirige Georgia Meloni. El eslogan de la cita fue Europa contra Europa. A la cita no faltó tampoco el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, jefe de la xenófoba y populista Liga. «Si he venido aquí, dijo Bannon, es para decir que todo está vinculado. El brexit, Trump y las elecciones de marzo del 2018 en Italia son parte de un todo». «Donald Trump ganó porque dijo la verdad y habló al corazón de la clase trabajadora y de la clase media de Estados Unidos», añadió.

Bannon considera que su lucha es una «guerra cultural y política» y en Roma pidió a todos los votantes de extrema derecha de Europa que se movilicen para «provocar una revolución». Un aofensiva que se está convirtiendo en la principal amenaza para Europa.

El excandidato demócrata a la Casa Blanca, Bernie Sanders, y el exministro de Economía de Grecia, Varoufakis, han hecho un llamamiento para fundar una «internacional progresista» que frene a Bannon.