Steve Bannon tiene la teoría de que las ideas políticas se mueven como los mercados de capitales y, por eso, el agitador que catapultó a Donald Trump a la Casa Blanca en el 2016 pasa tanto tiempo en Europa, donde el próximo 26 de mayo se conocerá el peso que las fuerzas populistas tendrán en el nuevo Parlamento Europeo. «Si logran más del 30% darán el impulso que ayudará a Trump en la campaña del 2020», augura Bannon en una entrevista que apareció ayer en el diario Le Parisien.

Bannon sueña con aglutinar a los partidos ultraderechistas europeos desde su plataforma con sede en Bruselas The Movement, aunque hasta la fecha los socios potenciales de esa anhelada internacional ultra mantienen sus distancias con el ideólogo del trumpismo, que este sábado ha desembarcado en el hotel Le Bristol de París, a dos pasos del Elíseo.

Su presencia en la capital francesa para apoyar al partido de Marine Le Pen ha desatado la ira en las filas de la formación de Emmanuel Macron. El director de campaña de La République en Marche (LREM), Stéphane Séjourné, lo considera una injerencia en la campaña electoral y un peligro para la «soberanía» del escrutinio.

La formación de Le Pen le disputa al partido del presidente francés el primer puesto en las elecciones del domingo y teme maniobras en la sombra del ex gurú de Trump. «Reagrupación Nacional no oculta su proximidad con Steve Bannon, ni haber formado a sus dirigentes con sus métodos, es decir, con la desinformación y la mentira. No tenemos ni ganas ni necesidad de fake news en Europa», dijo la cabeza de cartel de LREM, Nathalie Loisseau.

Sin embargo, Bannon asegura que está en París únicamente en calidad de «observador» y no para participar en la campaña de Reagrupación Nacional (antiguo Frente Nacional). «Marine Le Pen no necesita mi ayuda para ganar. Soy su amigo, puede que su colega, pero ganará estas elecciones por sí misma», dijo. Le Pen, a quien LREM ve como el caballo de Troya de Trump y de Vladímir Putin para debilitar el proyecto europeo, niega que Bannon tenga algún papel en la campaña electoral. «Está en París por negocios, porque está vendiendo una de sus empresas a un gran banco francés, así que no tiene absolutamente nada que ver con la campaña» se defendió en France Info. También subrayó que si mantiene contactos con Bannon es porque se trata de un «interesante consejero político» y porque Estados Unidos ha optado por dar la espalda a la «mundialización salvaje». «Y evidentemente, eso nos interesa».

ESTRELLA INVITADA / Después de haberle llevado como estrella invitada al congreso de la refundación del Frente Nacional celebrado en Lille en marzo del 2018, la líder ultraderechista marcó distancias con el antiguo gurú de Trump. Sin embargo, la sombra de Bannon sigue planeando sobre el partido francés.

Hace unas semanas un grupo de parlamentarios reclamó abrir una comisión de investigación para arrojar luz sobre los vínculos entre el partido de Le Pen y Bannon, tras un reportaje de France 2 que muestra al número dos de Reagrupación Nacional y pareja de Le Pen, Louis Aliot, en una reunión con Bannon celebrada en Londres.

Supuestamente se habló de buscar fuentes de financiación para el partido y se invitó al antiguo asesor del presidente norteamericano a reunirse con Le Pen y altos funcionarios franceses. Le Pen admitió entonces que Bannon se ofreció a buscar un banco europeo que concediera un crédito a su formación, pero que no lo logró.