La cantidad de muertos por el coronavirus en Brasil llegó este domingo a 136. El presidente Jair Bolsonaro parece perturbado ante el ascenso de los decesos ni los contagios que han pasado la barrera de cuatro mil. "Gracias a Dios, Dios es brasileño, la cura está ahí", dijo sobre las pruebas con hidroxicloroquina que se realizan en Francia para enfrentar la pandemia y cuyos resultados ya vislumbra al alcance de la mano. Mientras tanto, el capitán retirado se dedica a burlar los protocolos de distancia social y aislamiento recomendados por la OMS y su propio ministerio de Salud. Bolsonaro visitó este domingo los negocios de la capital Brasilia que se atrevieron a abrir y caminó entre sus seguidores en una ciudad con 242 casos confirmados, 40 de ellos en una situación crítica. "Ellos quieren trabajar. De eso he estado hablando con la gente desde el principio", dijo.El presidente fue al mercado y escucho que una señora le pedía que volviera a abrir los templos evangelistas. Un reciente fallo judicial revocó la orden del Poder Ejecutivo de considerar "esenciales" los servicios religiosos.

"El virus está ahí. Vamos a tener que enfrentarlo, pero enfrentarlo como un hombre, carajo. No como un niño. Vamos a enfrentar el virus con la realidad. Es la vida. Todos nosotros vamos a morir algún día", dijo también. Las declaraciones del presidente provocan una constante perplejidad en un país donde la tasa de letalidad de la enfermedad llega al 3,2 %. La muerte de un joven de 26 años en Sao Paulo sacó a relucir problemas que pueden agudizarse con el correr de los días. Maurício Kazuhiro Suzuki era abogado. Le gustaba correr y hacer gimnasia. Vivia con sus padres. Cuando tuvo fiebre, fue al hospital. Le dijeron que tenía una simple gripe. Volvió a la institución médica ý se comprobó su contagio. Como no tenía ninguna afección grave, le dijeron que retorne a su casa. No pudo salvarse.

Twitter contra Bolsonaro

Las autoridades sanitarias estiman que se vienen semanas muy complejas. Los principales artistas brasileños, entre ellos Caetano Veloso y Milton Nascimento, filmaron un vídeo en el que le piden a la población quedarse en sus casas, en respuesta a una publicidad promovida por los hijos de Bolsonaro en la dirección contraria. Los arrebatos verbales del presidente en las redes sociales han dado lugar a un episodio inédito. Twitter eliminó dos publicaciones de Bolsonaro por estimar que ponen a las personas en mayor riesgo de transmitir el virus.

El enfrentamiento con los gobernadores

De acuerdo con el diario 'Folha', la mayoría de los gobernadores de los estados, entre ellos nada menos que Sao Paulo y Río de Janeiro, los más afectados por el covid-19, están considerando demandar a Bolsonaro ante los tribunales si firma un decreto para liberar a los sectores de la economía. "El Gobierno Federal debe ejercer el liderazgo frente a la crisis y no agravarla", dijo el gobernador de Bahía, Rui Costa, del Partido de los Trabajadores (PT). Wilson Witzel, el ultraderechistas que maneja los destinos de Río de Janeiro, lamentó las actitudes "ajenas a la realidad e irreflexivas" del presidente. "No desafíes al coronavirus", le pidió.

"Bolsonaro es el peor presidente que podríamos tener para guiarnos a través de esta tormenta sin precedentes", dijo Míriam Leitão, la influyente columnista del diario O Globo. "Siempre fue más pequeño que la silla que ocupa, pero ahora revela en cada acto, palabra y decisión que conspira contra la salud de la población". Para Leitão, el capitán retirado "es un obstáculo para que el país supere la turbulencia, minimizando las pérdidas humanas y económicas". A su criterio, el jefe de Estado "no hace lo que hace porque no entiende el problema y los riesgos. No le importa el peligro en el que estamos. El foco de su atención es solo en él y sus hijos". Algunos medios de prensas dejan entrever que la inquietud está llegando al interior de las Fuerzas Armadas, que cogobiernan con Bolsonaro.