El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien está infectado por el nuevo coronavirus, recibió a algunas centenas de simpatizantes en los jardines del Palacio da Alvorada, la residencia presidencial e incluso llegó a aproximarse a pocos metros de sus seguidores.

Antes del rito diario de la arriada de la bandera al final de la tarde por parte de la Guardia Presidencial, Bolsonaro salió de la residencia y se dirigió hasta sus seguidores, que estaban durante varias horas en las afueras del palacio en una vigilia convocada por líderes evangélicos para pedir por la salud del mandatario.

Separado por un espejo de agua de poco más de dos metros, el gobernante recorrió el extenso césped en donde estaban aglomerados sus seguidores, muchos de ellos sin mascarilla de protección y sin respetar el distanciamiento determinado por las autoridades, y a los gritos de "mito" levantó varias veces los brazos para saludar.

"Vamos a caminar con la pandemia, vamos a salir de ésta. Tenemos un excelente equipo de ministros, principalmente el de Salud (el general Eduardo Pazuello), y está todo dándose para que rápidamente, vamos construyendo el futuro de Brasil", manifestó Bolsonaro en una breve declaración y con la mascarilla abajo para hablar.

PIDE EL APOYO DE SI GENTE

El jefe de Estado comentó que no cree que el Congreso apruebe la ley contra las noticias falsas, que establece penas más severas y amplía el poder en las investigaciones, porque "no vamos a perder nuestra libertad de expresión" y manifestó que las relaciones con el Legislativo, que recientemente pasó por fricciones, "son buenas".

"La renovación (en el Congreso) es natural, hasta para el cargo de presidente si es el caso, pero ustedes están aquí y hacen movimientos democráticos para demostrar que su voto en 2018 va a valer hasta 2022 y si es para cambiarlo entonces cambiarlo en las urnas", apuntó.

Para el líder de ultraderecha: "Siempre hay una alternativa en caso de que salga mal, pero será muy diferente a la de 2018. Puede estar seguro de que cambiaremos el país con las armas de la democracia".

MANIFESTACIONES A FAVOR DE BOLSONARO

Mientras que cerca de 2.000 seguidores de Bolsonaro convocados por movimientos evangélicos marcharon en la capital Brasilia con 27 cruces, en representación de cada estado del país, para manifestarle su solidaridad al mandatario y criticar la gestión al frente de la pandemia del COVID-19 por parte de los gobernadores.

Bolsonaro, uno de los líderes mundiales más escépticos frente a la gravedad de la pandemia y que llegó a llamar el patógeno de "gripecita", contrajo el COVID-19 y anunció el resultado positivo de la prueba clínica el pasado 7 de julio.

El líder de ultraderecha acostumbraba acompañar las manifestaciones a su favor que suelen presentarse a cada domingo durante la pandemia y en la mayoría participó sin el uso de mascarilla, como es obligatorio en el Distrito Federal y en otras partes del país, y llegó a abrazar a varios de sus simpatizantes.

Acérrimo defensor de la apertura del comercio y de algunas actividades económicas, contrariando las cuarentenas y medidas rígidas de aislamiento social recomendadas por las autoridades sanitarias a nivel mundial, Bolsonaro ha delegado la responsabilidad de la gestión a los gobernadores, facultados por la Corte Suprema.

BRASIL EPICENTRO DE LA PANDEMIA

Brasil, el segundo país más afectado en el mundo por la pandemia del nuevo coronavirus después de Estados Unidos, registró en las últimas 24 horas 23.529 nuevos casos confirmados y 716 muertes por el COVID-19, informó este domingo el Ministerio de Salud. En su más reciente boletín epidemiológico diario, el Gobierno agregó que el total de contagiados ascendió a 2.098.389 personas, mientras que el número de fallecidos se elevó a 79.488 decesos.

Por segundo día consecutivo el número de muertes estuvo por debajo de los 1.000, aunque los fines de semana suele presentarse una relativa reducción porque muchos municipios solo notifican los óbitos y los nuevos contagios a las secretarías regionales de Salud hasta el lunes siguiente.

Brasil, que continúa como uno de los epicentros mundiales de la pandemia, registraba el domingo una tasa de mortalidad 37,8 decesos y una incidencia de 998,5 personas contagiadas por cada 100.000 habitantes, promedios levemente superiores a los del día anterior.

LOS ESTADOS MÁS AFECTADOS

Los datos también muestran que hasta este sábado se han recuperado 1.371.229 pacientes del nuevo coronavirus, lo que supone el 65,3 % del total de infectados en el país de 210 millones de habitantes. Otros 647.672 pacientes, incluido el presidente de la República, Jair Bolsonaro, se encuentran en acompañamiento médico después de haber dado positivo en las pruebas clínicas.

Los estados de Sao Paulo (415.049 casos confirmados y 19.732 muertes), Río de Janeiro (138.524 y 12.114) -ambos en la región Sudeste- y Ceará (146.972 y 7.178), en la del Nordeste, se mantienen como los más afectados por el patógeno, que comienza a desplazarse hacia las ciudades del interior y para el sur y el centro-oeste.

Ceará, con solo cinco muertes entre sábado y domingo, comenzó a bajar en los últimos días su índice de mortalidad, que aún sigue siendo el más alto del país con el 78,6 por cada 100.000 habitantes y dobla el promedio nacional.