Al menos 100 prisioneros de un centro de detención de los insurgentes hutíes murieron este domingo por supuestos ataques de la coalición árabe liderada por Arabia Saudí en la ciudad de Dhamar, al sur de la capital yemení, Saná, según informó el responsable del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Yemen, Franz Rauchenstein, a la agencia Reuters.
Alrededor de 170 prisioneros se encontraban en el centro de detención que fue blanco de siete misiles de la alianza durante esta madrugada, indicó el portavoz del Ministerio de Sanidad en el Gobierno de los rebeldes, Yusuf al Haderi.
Por su parte, la coalición árabe, que lucha contra los rebeldes hutíes desde marzo del 2015 y a favor del Gobierno yemení del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, aseguró que habían destruido una posición de los hutíes que contenía varios almacenes de drones y misiles, según informó la televisión Al Arabiya.
La coalición no informó de víctimas en el ataque ni que tuviera como objetivo un centro de detención.
Al Haderi aseguró que los reclusos eran "prisioneros de guerra" capturados por los hutíes durante la batalla contra las fuerzas leales al Gobierno reconocido internacionalmente de Hadi.
PARA OPOSITORES
El edificio es una universidad politécnica utilizada por los hutíes como centro de detención para opositores, incluidos civiles, según dijeron testigos a Efe.
La ciudad de Dhamar se encuentra a unos 100 kilómetros al sur de Saná, ciudad tomada por los hutíes en el 2014 y que obligó al Ejecutivo a mover su sede a Aden y exiliarse en Riad.
Unos meses después Arabia Saudí intervino en el conflicto que ha provocado que el Yemen sea escenario de la peor crisis humanitaria en el mundo, según la ONU.
Los hutíes, que cuentan con el apoyo de Irán, controlan la mayoría de las zonas más pobladas en el Yemen y lanzan prácticamente a diario drones que impactan, sobre todo, en aeropuertos y zonas pobladas en Arabia Saudí.
La coalición árabe suele bombardear posiciones de los insurgentes y también ha sido denunciada por organizaciones humanitarias por llevar a cabo masacres contra civiles en zonas residenciales.
