Boris Johnson confía en sus habilidades negociadoras para sacar adelante un acuerdo exprés con la Unión Europea sobre el brexit antes del 31 de octubre. Pero el aspirante a primer ministro británico, líder de la línea más dura del divorcio, ha debido reconocer que necesitará la cooperación de Bruselas. «Vamos a necesitar algún tipo de acuerdo», declaró en su primera entrevista televisada como candidato que concedió a la BBC. Johnson dejó apenas entrever lo que sería su plan. Una vez al frente del Gobierno pediría la reapertura de negociaciones y la «cooperación» de la UE, para conseguir una salida más suave. «Claro está que no solo depende de nosotros. También depende del otro lado. Hay un elemento muy importante, el de la reciprocidad y la cooperación».

A pesar de afirmar que el acuerdo firmado por Theresa May con los 27 «está muerto», no lo desecharía del todo. Su estrategia pasa por dejar para después de la fecha límite de salida el problema crucial de la frontera con Irlanda del Norte, irresoluble hasta ahora. «Debe haber un acuerdo para que la solución de la cuestión de la frontera irlandesa, en Irlanda del Norte, se deba afrontar después del 31 de octubre, durante el llamado periodo de transición», declaró. Johnson no cree «ni por un momento» que el Reino Unido deba marcharse sin acuerdo, pero estaría obligado a hacerlo si fuera necesario. «Hay que preparar seriamente y con determinación» una salida sin acuerdo, o bajo los términos de la Organización Mundial de Comercio, para probar «la seriedad» del Reino Unido a Europa.

Desde el campo de su contrincante, el actual ministro de Exteriores, Jeremy Hunt, denuncian el plan del rival como «poco específico» y temen que acabe con el Reino Unido marchándose por las bravas. La ministra de Trabajo y Pensiones, Amber Rudd, a favor de Hunt, pidió a Johnson que sea «más explícito», subrayando que «entusiasmo y optimismo», dos de las armas de propaganda del exalcalde de Londres para ganarse a los votantes, «no son suficientes».

VIDA PRIVADA / El polémico aspirante se negó a participar ayer con Hunt en un debate televisado, organizado por la cadena Sky News, que debió de suspenderlo. Eso le ha valido ser acusado de cobardía por Hunt, al querer eludir las preguntas comprometedoras. «Boris, sé un hombre y muestra a la nación si eres capaz de responder al examen minucioso que implica la función más difícil del país», le retó Hunt en The Times. Johnson tampoco quiso hablar de su vida privada, después de que el pasado fin de semana la Policía acudiera a su casa en Londres a causa de una escandalosa pelea con su compañera, Carrie Symonds. Con ella, según el Daily Telegraph, aspira a instalarse en el 10 de Downing Street y contempla casarse, una vez finalizados los trámites de divorcio de su segunda esposa. «Tengo como regla desde hace muchos, muchos años, el no hablar de cosas que implican a mi familia, la gente que amo».