Luiz Enrique Mandetta, el primer ministro de Sanidad de Brasil en dimitir durante la pandemia por sus diferencias con el presidente, Jair Bolsonaro, advirtió del riesgo para la salud que conlleva administrar cloroquina a los pacientes con covid-19 al tiempo que ha destacado que el país, el más castigado por el coronavirus de América Latina, no alcanzará el «pico» hasta julio.