El Gobierno brasileño declaró este viernes como "personas no gratas" a los diplomáticos venezolanos que representan en el país al "régimen ilegítimo" del presidente Nicolás Maduro, aunque aclaró que eso no constituye una "expulsión".

La decisión, según una nota de la cancillería, ha sido comunicada a los representantes diplomáticos del Gobierno de Maduro, que no es reconocido como tal por Brasil, que desde marzo del año pasado solo considerada como "presidente legítimo e interino" de Venezuela al opositor Juan Guaidó.

La cancillería aclaró que la declaración de "persona no grata" no equivale a una "expulsión u otra medida de retirada obligatoria del territorio nacional", por lo que los funcionarios venezolanos podrán permanecer en el país, aunque "sin estatus diplomático ni inmunidad ni privilegios".

En abril pasado, el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro llegó a ordenar el regreso de los diplomáticos venezolanos a su país y alegó que eso era fruto de conversaciones sostenidas con Caracas para una retirada mutua.

El Gobierno de Maduro negó que hubiera algún tipo de acuerdo en ese sentido y la orden de Bolsonaro fue suspendida por el fiscal general de Brasil, Augusto Aras, respaldado por la Corte Suprema, en virtud del cierre de fronteras que existe debido a la pandemia de coronavirus.

Aras justificó su posición en "razones humanitarias", las cuales explicó con "la situación de los servicios de salud" en Venezuela, y a otros aspectos "previstos en convenciones internacionales".

Diversos cargos

La medida afectaba a un total de 34 diplomáticos que ocupan diversos cargos en la embajada venezolana en Brasilia y en los seis consulados que el país caribeño tiene en Brasil.

Desde inicios de este año, el Gobierno de Bolsonaro ha retirado gradualmente de Venezuela a sus diplomáticos de ese país, donde ha permanecido en funciones el personal local, que no ha dejado de atender a la comunidad brasileña en esa nación caribeña.

El Gobierno brasileño también ha reconocido a la venezolana María Teresa Belandria, designada por Guaidó, como legítima embajadora de ese país en Brasil, pero a pesar de las tensiones no ha llegado al extremo de suspender las relaciones diplomáticas bilaterales.

Brasil es desde hace unos dos años el destino de decenas de miles de venezolanos que escapan de la crisis económica, política y social de su país.