El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, aprovecha los momentos de crisis como pocos dirigentes europeos y la epidemia del coronavirus le ha puesto uno de esos momentos en bandeja: gobernar a golpe de decreto durante un tiempo indefinido. La ley, aprobada este pasado lunes por el Parlamento húngaro, ha sido recibida en Bruselas con cierta resignación y un aviso: «cualquier medida de emergencia debe ser limitada a lo necesario y estrictamente proporcionada. No deben durar indefinidamente y los gobiernos debe asegurarse de que esas medidas estén sujetas a un escrutinio regular», advirtió ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Aunque en el comunicado no se menciona ni una sola vez la palabra Hungría, el comisario de Justicia, el liberal belga Didier Reynders, sí avanzó el lunes que el Ejecutivo comunitario se encuentra evaluando las medidas de emergencia adoptadas por los Estados miembros con respecto al respeto de los derechos fundamentales y que particularmente es el caso «de la ley aprobada en Hungría sobre el estado de emergencia y las nuevas sanciones penales por la difusión de informaciones falsas», añadieron.

PRINCIPIOS Y VALORES / A la espera de este análisis, el colegio de comisarios tiene previsto mantener un debate hoy sobre las medidas de emergencia adoptadas por los Estados miembros. «Vivimos en tiempos extraordinarios y los gobiernos tienen que tener, en principio, las herramientas necesarias para actuar con rapidez y efectividad para proteger la salud pública de nuestros ciudadanos», dijo Von der Leyer advirtiendo que no puede ser a costa de los principios y valores europeos ni la democracia.

«La democracia no puede funcionar sin unos medios de comunicación libres e independientes. El respeto a la libertad de expresión y la certidumbre legal son esenciales en estos inciertos momentos», sostuvo la alemana, que milita en el mismo Partido Popular Europeo que Orbán aunque la pertenencia de la formación del dirigente húngaro, Fidesz, se encuentre todavía suspendida.

«Los acontecimientos en Hungría son una alerta roja para la democracia liberal en Europa y más allá. La crisis del coronavirus no debería utilizarse como una cortina de humo para abusar de poder. Luchar contra el covid19 puede requerir algunas medidas excepcionales pero no debe llevar de ninguna manera al cierre de la democracia y a pisotear el Estado de derecho. Es vergonzoso», criticó el líder de los liberales europeos, Dacian Ciolos.H