La Comisión Europea acaba de abrir un nuevo frente contra la multinacional estadounidense Google por abuso de posición dominante. Los servicios de la competencia, que dirige Marghrete Vestager, consideran ahora que la firma de Sillicon valley impone condiciones restrictivas que han permitido a la compañía proteger su posición dominante también en la publicidad asociada a las búsquedas en línea. A esta acusación se suma un nuevo pliego de cargos por favorecer sistemáticamente sus servicios de compras en los resultados generales de su buscador.

Apenas seis meses después de asumir el mando de la cartera de competencia, la comisaria Margrethe Vestager acusaba al gigante tecnológico Google de favorecer de forma sistemática a su comparador de precios. Un año después, y con el primer caso sin resolver, ampliaba la lista de cargos al acusar a la multinacional de obligar por contrato a los fabricantes de móviles que utilizan su sistema operativo Android a preinstalar algunas de sus aplicaciones. Este jueves Bruselas suma una nueva acusación. “Puedes ser grande lo que es ilegal es abusar de tu posición en el mercado para restringir la competencia”, advierte Vestager.

El primero de los dos dos nuevos pliegos de cargos se refiere a los servicios de comparación de precios en sus páginas de resultados. La Comisión Europea abrió este frente en abril de 2015. Google respondió en agosto del año pasado y desde entonces la investigación ha permitido a Bruselas ampliar su acusación con nueva munición. El segundo se dirige a resolver las restricciones impuestas por la compañía que le han permitido limitar la capacidad de sus competidores de poner anuncios en otras páginas web. La empresa tiene ahora ocho semanas para responder a las acusaciones relativas a los servicios de comparación de precios y diez semanas para aclarar las preocupaciones de Bruselas en torno a la publicidad.

“Google tiene ahora la oportunidad de dar una respuesta a nuestras reservas. Estudiaremos la respuesta pero si nuestros investigadores llegan a la conclusión de que Google ha infringido las normas de la competencia, la Comisión tiene la obligación de proteger a los consumidores europeos y preservar la competencia”, avisa Vestager.