En las últimas dos semanas, y tras la decisión del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, de abrir sus fronteras con Grecia, se han multiplicado los viajes oficiales de los dirigentes europeos al país heleno. La última en hacer parada ha sido este jueves la comisaria de inmigración, Ylva Johansson, que ha anunciado la puesta en marcha de "un programa temporal voluntario de retornos" para incentivar que los inmigrantes regresen a sus países. Según ha explicado, aquellos que se apunten recibirán 2.000 euros para "reintegrarse en sus países de origen".
El esquema estará disponible durante un mes y podrán acogerse al mismo todas aquellas personas que llegaron a Grecia antes del 1 de enero. La idea es gestionar el programa junto con la Organización Internacional para las Migraciones y la agencia para el control de las fronteras exteriores (Frontex). Con esta medida Bruselas espera reducir la presión en las islas ante una situación que la Comisión Europea reconoce es "preocupante" y aumentar el número de retornos voluntarios. La idea no es nueva. Bruselas la puso en marcha a raíz de la crisis del 2015. Ahora, y ante la dramática situación que se viven aumentan el montante disponible para intentar que unos 5.000 inmigrantes se acojan al sistema.
SOLUCIÓN PARA LOS MENORES NO ACOMPAÑADOS
Johansson también ha anunciado durante una breve conferencia de prensa en Atenas que son ya siete los estados miembros que se han ofrecido a acoger a parte de los menores no acompañados presentes en unas islas griegas que han superado su capacidad de acogida. A Alemania, Francia, Portugal, Luxemburgo y Finlandia se han sumado en las últimas horas Croacia e Irlanda. Todos ellos podrían acoger a unos 1.600 niños, aunque la distribución por país está todavía por decidir.
"Es un buen comienzo" pero "es urgente encontrar soluciones para ellos", ha recordado la comisaria. La medida es de momento un parche pero no resuelve el problema de fondo al que se enfrenta Grecia, que en el mes de mayo celebrará con el apoyo de la Comisión Europea y la organización Unicef una conferencia para recabar más apoyos.
Según alertó el pasado martes ante el pleno del Parlamento Europeo, un tercio de los menores que llegan a Grecia lo hacen sin padres o familiares y hay, según Europol, unos 5.500 niños y adolescentes. "El 10% son menores de 14 años. Sufren violencia, abuso y explotación" y "muchos de ellos simplemente desaparecen de los centros de recepción de asilo y no sabemos donde están". "Me temo que muchos de ellos caen en manos de criminales. En ocasiones los mismo criminales que trafican con inmigrantes o que trafican con personas para su explotación sexual", explicó. Su objetivo es convencer a los estados miembros para poner en marcha un sistema, particularmente en las islas griegas, que permita reubicar a los menores hacia otros países de la UE.
