La Comisión Europea (CE) ha decidido penalizar a los Estados miembros de la UE que no quieran acoger refugiados. El Ejecutivo comunitario ha propuesto este miércoles que los países de la Unión que no quieran acoger a demandantes de asilo pueden quedar excluidos del reparto previo pago de 250.000 euros por cada refugiado al país que sí acepte acogerlos.

El objetivo es establecer un sistema compensatorio para aquellos países de la Unión que reciban más del 50% de las demandas de asilo que puedan asumir. El vicepresidente primero de la CE, Frans Timmermans, ha explicado que "si un Estado miembro no participa (en el sistema correctivo de reparto) deberá apoyar a los que sí lo hacen” y ha invocado el principio de “solidaridad” mediante el pago de la cantidad fijada. En paralelo, la CE ha aprobado la liberalización de visados con Turquía a finales de junio si cumple con los requisitos exigidos, una de las contrapartidas incluidas en el pacto con Ankara para controlar la afluencia de refugiados a Europa.

Fuentes comunitarias han explicado que el pago de 250.000 euros se ha decidido en base al tamaño de la población y el PIB de los estados miembros, pero también atendiendo a los gastos que supone el traslado de los solicitantes. La lógica que explica que esta cifra sea tan elevada tiene en cuenta los costes implicados, han agregado las mismas fuentes, pero al mismo tiempo se incluye un “elemento disuasorio” ya que el objetivo es que los países sean solidarios y participen de forma plena en el nuevo mecanismo.

El plan de reubicación ya era una posibilidad en el marco del mecanismo temporal de emergencia, que resultó ser un rotundo fracaso, cuando se propuso reubicar a 160.000 refugiados desde Italia y Grecia. La CE había establecido el pago de 6.000 euros por cada refugiado al Estado miembro de acogida.

Esta medida forma parte de la reforma del reglamento de Dublín, que rige el sistema europeo de asilo, y ha sido aprobada hoy por el colegio de comisarios de la UE.

El nuevo mecanismo permitirá que los países con una cantidad desproporcionada de demandantes de asilo repartan la carga cuando esta vaya más allá del 150% de su capacidad de acogida, que será calculada en función de la población y del PIB.

PRINCIPIO DE ENTRADA

No obstante, la CE mantiene el controvertido principio de entrada del país, por el que cada Estado miembro es responsable de tramitar la solicitud del demandante si este se encuentra en el país por el que accedió a territorio comunitario. Pero al complementarlo con el citado mecanismo de reparto, Bruselas pretende así asegurar “reubicación de las personas que necesitan protección internacional de un país tercero”.

En este sentido, Timmermans remarcó que es necesario asegurar que “las personas que necesitan protección, la tengan”. Además, explicó que se han tenido en cuenta los esfuerzos de reasentamiento “en línea con nuestro objetivo de proporcionar vías legales y seguras a Europa”.

La propuesta de hoy también está dirigida a los demandantes de asilo y establece también la obligación para cada solicitante de proporcionar toda la información pertinente para la determinación del Estado miembro responsable y cooperar con las autoridades competentes. El incumplimiento de las obligaciones legales implicaría la pérdida de ciertos derechos de acogida.

LIBERALIZACIÓN DE VISADOS CON TURQUÍA

Ankara deberá ponerse las pilas, y tiene menos de dos meses, ya que la CE presentó también otra propuesta para permitir a los turcos entrar en la UE sin visado para finales de junio si cumple con los requisitos relacionados con la lucha anticorrupción, la cooperación judicial y las prácticas antiterroristas. Así lo ha anunciado Timmermans, que ha recordado que esta liberalización de visados forma parte de la declaración de los líderes de la UE y Turquía el pasado 18 de marzo.

La intención de la CE era, según Timmermans, poner fin a la “vergonzosa explotación del sufrimiento humano” a manos de las mafias. “Ahora podemos asegurar que el negocio se está rompiendo”, ya que cada vez menos personas cruzan el Egeo y ahora hay menos de 100 llegadas al día a las islas griegas frente a las miles que se registraron en otoño, agregó.

El Ejecutivo comunitario ha reconocido que Turquía ha hecho “progresos impresionantes” en las últimas semanas. Por ello, la CE ha abierto el camino “para que el Parlamento Europeo y los Estados miembros decidan levantar los visados una vez que se cumplan los requisitos”.

A Turquía le queda aún “mucho por hacer”, y para acelerar la implementación para la liberalización de visados debería cumplir con los requisitos en relación a la lucha contra la corrupción, la protección de datos, cooperación reforzada con Europol, la cooperación judicial con los estados miembros y la revisión de la legislación contra el terrorismo.