“Dejar la Unión Europea sería un acto de automutilación económica”, declaró el jueves por la noche David Cameron, en la primera velada televisiva sobre el referéndum. El primer ministro salió con alguna que otra magulladura de la hora en directo en Sky News, dividida en una entrevista, a cargo del jefe de política de la cadena, Faisal Islam, y las posteriores preguntas de un público en el plató, que fue beligerante y hostil.

Cameron fue acusado de no haber cumplido su promesa de limitar a 100.000 la entrada anual de inmigrantes. Dejar la Unión Europea “no es la forma de solucionar el problema de la inmigración”, respondió, si bien que, reconoció, que controlar el flujo de extranjeros, “es un desafío”. Uno de los presentes le tachó de hipócrita, por haber compartido campaña junto al alcalde laborista de Londres, Sadiq Khan, pocas semanas después de haberle vinculado al extremismo islámico. También fue acusado de estar realizando una campaña alarmista.

Pero Cameron respondió que teme realmente una posible salida de la UE. “Para mí no es una cuestión de meter miedo a nadie. Estoy verdaderamente preocupado por lo que pueda pasar si nos marchamos”. En el momento de despedir el programa el primer ministro pidió a los británicos que no jueguen, “con el futuro de nuestros hijos y nietos”.

ENCUESTAS A LA PAR

A menos de tres semanas del referéndum con los sondeos a la par, la recta final será encarnizada. El campo del 'Brexit' parece haber estado reservando nuevos argumentos y fuerzas renovadas para las últimas semanas. Algunos estudios dan a entender también que Cameron tiene un problema de credibilidad.

Cuandose se le preguntó a la gente quién cree que dice la verdad al hablar de la Unión Europea, el 45% respondió: Boris Johnson y tan sólo un 21% eligió a Cameron. El primer ministro volverá a un plató de televisión el martes, en esta ocasión de la cadena ITV, para un cara cara con el líder del UKIP, Nigel Farage.