Tres personas fueron condenadas hoy por la Audiencia Provincial de Hannover a entre cuatro y ocho años de cárcel por un ataque incendiario a un albergue de peticionarios de asilo en Alemania en agosto de 2015.

Se trata de una de las primeras sentencias dictadas por la justicia alemana sobre este tipo de sucesos que se multiplicaron el año pasado coincidiendo con la crisis de los refugiados.

La Audiencia Provincial de Hannover (centro de Alemania) falló en contra de dos hombres de 31 y 25 años, y una mujer de 24 años por el lanzamiento de un cóctel molotov en la noche del pasado 28 de agosto por la ventana de un centro de acogida de la localidad deSalzhemmendorf.

El presidente del tribunal aseguró que el móvil del delito fue la ideología "radical de derechas y xenófoba" de los tres condenados, que presentan un "odio racial" motivado por su militancia nacionalsocialista. Además, el magistrado dio por seguro que los tres eran conscientes de que con su ataque podían morir personas.

El tribunal ha podido establecer que los tres condenados estuvieron primero bebiendo, escuchando música de bandas de ultraderecha y criticando a los extranjeros, y posteriormente se trasladaron al albergue de acogida.

Dennis L., de 31 años, fue considerado el autor principal de los hechos y ha sido condenado a ocho años de cárcel por intento de homicidio e incendio intencionado. Por su parte, Sascha D., de 25, fue sentenciado a siete años de cárcel por estos mismos delitos, y Saskia B., de 24, fue condenada a cuatro años y medio de prisión por haber conducido en coche a los dos hombres hasta el lugar de los hechos.

La habitación en la que cayó el cóctel molotov se encontraba vacíaen ese momento, ya que el menor que dormía allí, originario de Zimbawe, se había pasado al contiguo cuarto de su madre.

En la sentencia, el tribunal ha recogido en lo esencial la petición de la fiscalía, que defendió desde el primer momento la motivación xenófoba del ataque. La defensa, por su parte, quería limitar la condena del autor principal a cinco años de cárcel y obtener penas aún más suaves para sus cómplices.

La Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) registró el año pasado 173 actos violentos contra centros de refugiados en Alemania, seis veces más que en 2014, de entre los que destacan decenas de ataques incendiarios, disparos con arma de fuego y el lanzamiento de una granada.