Donald Trump no solo utilizó su cargo para buscar la interferencia de Ucrania en las elecciones del 2020, sino que sus lugartenientes trataron después de ocultarlo al darse cuenta de la gravedad de lo sucedido. Eso es al menos lo que sostiene la denuncia anónima que destapó inicialmente el caso que ha puesto del revés la política estadounidense, con la puesta en marcha de investigación de impeachment contra el presidente. Una versión redactada de la denuncia, cursada por un funcionario de la inteligencia, se ha hecho pública este jueves después de semanas de tira y afloja entre la Administración y la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes.

La queja del whistleblower sostiene que Trump presionó a un país extranjero para que investigara a uno de sus principales rivales políticos, concretamente el ex vicepresidente y candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden. Una gestión que realizó durante la llamada telefónica que mantuvo el pasado 25 de julio con su homólogo ucraniano Volodymyr Zelensky. En esa llamada le pidió que investigara a Biden y su hijo Hunter por presunta corrupción, instándole también a coordinar las pesquisas con su abogado personal, Rudolph Giuliani, y el fiscal general, William Barr. Ambos piezas centrales en la maniobra, según la denuncia anónima, que se apoya en la información de varios funcionarios que escucharon la polémica conversación entre los dos presidentes.

Los funcionarios de la Casa Blanca que me transmitieron esta información quedaron profundamente preocupados por lo que transpiró en la llamada, afirma la denuncia. Tanto es así que se abrió un debate entre los abogados de Administración para decidir cómo tratar la conversación, ya que, en sus propias palabras, habían sido probablemente testigos de cómo el presidente abusó de sus poderes para su beneficio personal. El desenlace llegó unos días después, cuando altos cargos de la Casa Blanca intervinieron para ocultar todos los registros de la llamada, particularmente la transcripción literal de la misma, "retirándolos del sistema informático donde normalmente se archivan".

Esta serie de acciones sirvieron para demostrar a mi juicio que los funcionarios de la Casa Blanca entendieron la gravedad de lo sucedido durante la conversación", dice el 'whistleblower'. Habitualmente esta clase de denuncias se comparten con los comités de Inteligencia del Congreso, pero en este caso fue bloqueada por la Administración, después de que Justicia determinara su invalidez, al considerar que aborda la conducta del presidente y no de alguno de los empleados de los servicios de inteligencia. La denuncia tiene fecha del 12 de agosto del 2019.