Las turísiticas Cataratas del Niágara reflejan las diferencias entre Estados Unidos y Canada al hacer frente a la pandemia del coronavirus. Mientras que en los transbordores canadienses apenas hay pasajeros, los norteamericanos van a rebosar en su trayecto hacia la niebla de las cataratas.

Aunque los casos de covid-19 continúan aumentando en los Estados Unidos, el vecino Canadá ha logrado contener su propagación gracias a estrictas medidas de distanciamiento social y al uso obligatorio de las mascarillas en casi todo su territorio.

En las famosas cascadas, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, los ferries canadienses se limitan a solo seis pasajeros por barco, a pesar de tener una capacidad para 700 personas. Pero en el lado de los estadounidenses, los transbordadores operan al 50% de su capacidad.

"Tomamos una foto del barco (estadounidense)", dijo Julie Pronovost, quien visitó el turísitico punto desde Quebec con su familia el martes. "No creo que sea muy seguro estar en un transbordador así. Es mucho mejor estar en el lado canadiense", añadió.

La tripulación del Maid of the Mist estadounidense se niega a hacer comentarios, pero en su sitio web informa de que sigue las recomendaciones de los funcionarios de salud pública del estado de Nueva York. Los ferries tienen marcadores para mantener a los visitantes separado, y el uso de la mascarilla es obligatorio.

Por su parte, Mory DiMaurizio, vicepresidente de Hornblower Niagara Cruises de Canadá, aseguró que los límites impuestos a sus negocios por el gobierno provincial de Ontario para contener la pandemia eran "decepcionantes" y que era "frustrante" ver los barcos estadounidenses relativamente llenos.

Los turistas, no obstante, se sienten mucho más seguros con el límite de seis personas por barco.